La operadora quiere adquirir activos fijos y móviles de ambas compañías
Yoigo se ‘cuela’ en la compra de Jazztel por parte de Orange
El objetivo de la marca de TeliaSonera sería la oferta de productos convergentes con fibra óptica.

Yoigo ha demostrado que tenía un as bajo la manga.
25/03/2015.- La compleja operación de compra de Jazztel por parte de Orange se complica aún más. Al exhaustivo análisis llevado a cabo por parte de las autoridades europeas hay que sumar ahora la entrada de un nuevo jugador en la partida: Yoigo.
La marca de TeliaSonera ha comunicado a la Comisión Europea su interés por adquirir activos de Orange y Jazztel, que deben deshacerse de parte de su red para lograr la aprobación de los organismos reguladores (algo que también han tenido que asumir Vodafone y Ono).
Así, Yoigo estaría dispuesta a comprar frecuencias de la red móvil de Orange así como parte de las infraestructuras de fibra óptica de ambas marcas. De hecho, este último punto sería un objetivo prioritario para la operadora, que conseguiría sumar productos FTTH a su escasa y poco competitiva oferta convergente.
La decisión de Yoigo cuadra a la perfección con la intención de la compañía de lanzar su propia oferta de televisión de pago, como anunció Eduardo Taulet, CEO de la operadora.
Yoigo ha venido a jugar
No han sido pocos los analistas que vieron en el lanzamiento de la tarifa Infinita de Yoigo un órdago de la operadora para conseguir aumentar su cartera de clientes y lograr, así, un comprador con una oferta aceptable.
Este nuevo movimiento de la compañía también da pie a dicha interpretación, pero lo que está claro es que TeliaSonera parece dispuesta a seguir invirtiendo en el mercado español. Al menos a medio plazo.
Largo proceso burocrático por delante
Yoigo puede ser la llave que desbloquee el proceso de compra de Jazztel, que cuenta ahora con otro plazo durante el cual Bruselas ha de decidir si autoriza o no la operación.
Como es lógico, dada la magnitud de la misma, las autoridades antimonopolio quieren evitar que se pierda «la presión coompetitiva» del mercado de la banda ancha fija y de los productos convergentes.
Se antoja un 2015 muy largo para las compañías implicadas.