
04/12/2012.- No ha podido ser. Winimo, la OMV que preparaba Vodafone, se acaba de convertir en otro proyecto que se queda solo en eso, como Sweno, de El Corte Inglés, o El móvil de Cuatro, entre otras muchas.
Vodafone llevaba trabajando desde hace meses en este asunto y ya tenía el equipo formado, la marca y la estrategia comercial definida.
Sin embargo, según recoge El Confidencial, la situación económica actual de Vodafone España ha impedido el lanzamiento.
Fuentes de la operadora ha señalado que «en las grandes compañías hay proyectos que se estudian, se analizan y después salen o no». Y Winimo es uno de los casos en los que se aborta el producto antes de que vea la luz.
El posicionamiento de Winimo estaba pensado para mostrar que Vodafone también es capaz de ofrecer low cost y captar al público joven.
Por eso la marca es un juego de palabras entre Mínimo y Win (ganar en inglés).
A pesar de que ya estaba todo preparado para el lanzamiento comercial, el coste de implantar una nueva marca en el mercado ha sido crucial para decidir que finalmente no merece la pena invertir más en nuestro país.
Además, Vodafone cuenta desde hace unas semanas con una submarca, Yu:, que se dirige al mercado joven.




5 comentarios
Esta gente lo único bueno que han hecho, ha sido alquilarles las antenas a Pepephone 😉
Desde Ecuador tb estas al dia…
Después de los cambios en Vodafone no tenía sentido una OMV aunque con las tarifas de Vodafone, Yoigo y Amena siguen siendo más barato, y Tuenti aún son del interés de los ahorradores, por lo que probablemente Vodafone seguirá perdiendo clientes mes a mes, a no ser que su solución convergente por 20€ ADSL +fijo funcione.
Si no fuesen tan inútiles estos de vodafone, se darían cuenta que ya tienen su omv, y esta no es otra que pepephone, y encima va como un tiro. Deberían dejarse de tonterías y llegar a acuerdos ventajosos entre ambas partes; y no hablo de que compren a pepe, sino que les mejoren los precios mayoristas sensiblemente y les dejen seguir trabajando como lo están haciendo hasta ahora. Otro gallo cantaría.
Amen, hermano