
Esta es la principal conclusión que se extrae de un informe que acaba de presentar ING, que también asegura que los clientes residenciales seguirán apretándose el cinturón a la hora de llamar desde su móvil.
El segundo trimestre de 2008 ya mostró una tendencia bajista (el descenso fue pequeño, el tráfico en telefonía móvil retrocedió un 4,7%), el futuro no parece más alentador en el sector de las telecomunicaciones.



