
Estos datos incluyen las tarjetas prepago activas. Las tasas pueden superar el 100% porque una persona puede tener varios abonos.
Las proporciones más bajas de abonados a telefonía móvil se observaron en Polonia (46), Letonia (52) y Lituania (62). El crecimiento del número de abonados se ralentizó hasta el 8,6% entre 2002 y 2003, aunque los nuevos estados miembros seguían constatando incrementos de hasta el 32%, por ejemplo, en Letonia, mientras que en aquellos países que ya tienen una elevada densidad de abonados el aumento era inferior (alrededor del 5% en Malta, Finlandia, Austria o Italia, o del 11% en España).
Paralelamente al espectacular crecimiento de la telefonía móvil, desde el año 2001 disminuye ligeramente el número de líneas telefónicas fijas. A nivel de la Unión Europea, el número total de líneas fijas alcanzó su cima en 2001, con 230 millones. En 2003, esta cifra bajaba ya hasta 229 millones, una disminución media del 0,3% respecto a 2003.
En contraste, las líneas fijas han seguido incrementándose en Chipre (4,5%), Polonia (3,6%) o Eslovenia (2,9%). También en España hubo un ligero aumento del 0,7%. Entre 1995 y 2003, el número de líneas fijas españolas ha pasado de 15 millones a 17,7 millones.
En 2003, la densidad media de líneas principales en la UE era de 50 por cada 100 habitantes. No obstante, existen fuertes diferencias entre los estados miembros, que oscilan entre 24 líneas por 100 habitantes en Lituania y Eslovaquia, ó 28 en Letonia, hasta 67 líneas por habitante en Dinamarca, 66 en Alemania, o 62 en Chipre y Países Bajos. En España la media era de 42,7.
