Los smartphones pueden ser todo un aliado para la medicina
¿Qué papel pueden tener los móviles en el diagnóstico de enfermedades?
La tecnología móvil no es sustitutiva, pero sí complementaria.

Aplicaciones como ‘HealthTap’ permiten tener a un médico en la palma de la mano.
05/09/2014.- Llevamos años debatiendo sobre los posibles perjuicios que pueden tener para la salud los teléfonos móviles. Finalmente, ha quedado demostrado que este tipo de dispositivos no suponen ningún riesgo, siempre y cuando se utilicen de forma adecuada.
Para reforzar esta defensa de smartphones y tablets, la investigación y el desarrollo de la industria tecnológica ha permitido desarrollar servicios y aplicaciones que podrían convertirlos en auténticos aliados de la medicina.
Y no nos referimos a las aplicaciones y wearables que nos permiten cuantificar nuestra actividad diaria, sino a la ayuda en la diagnosis de enfermedades como la diabetes o el astigmatismo. ¡Incluso la malaria!
Por ejemplo, ¿imagináis que la pantalla del móvil pueda detectar y analizar nuestra saliva o sangre para detectar posibles patógenos o realizar pruebas de azúcar? Ya se trabaja en ello. ¿Y que los diabéticos puedan decir adiós al pinchazo para controlar el nivel de glucosa en sangre gracias a un smartwatch fabricado en España? También sería posible.
Y eso por no hablar de las aplicaciones desarrolladas por profesionales del mundo de la medicina, como FotoSkin, y cuya misión es, a fin de cuentas, hacer nuestra vida más fácil y prevenir males mayores.
En otros países, como Estados Unidos, servicios de pago como HealthTap o First Opinion nos permiten tener la consulta del médico abierta las 24 horas del día y disponible en cualquier parte. No es que su uso deba convertirse en rutina, pero nunca se sabe cuándo podríamos necesitar una opinión experta sobre cualquier cuestión sanitaria. Puestos a buscar en Google, mejor que nos saque de dudas alguien cualificado.
Este uso de las nuevas tecnologías es especialmente útil (y necesario) en países en vías de desarrollo y con áreas de difícil acceso. Así ocurre en Kenia, donde una ONG recurre al smartphone y una aplicación especial para fotografiar el ojo del paciente y detectar, así, problemas como el astigmatismo.
Todos estos casos ponen de manifiesto que, si bien smartphones, tablet, smartwatches y demás dispositivos nunca aspirarán a ser un sustitutivo a la figura del médico, sí que pueden servir de complemento y ayuda. Y por el momento sólo estamos arañando la superficie.
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