Un año de asentamiento de tendencias ya anunciadas
La tecnología que nos espera en 2015
Los wearables y el ‘Internet de las cosas’ tendrán la palabra.

El mercado de los wearables es uno de los que más se verán impulsados en 2015.
31/12/2014.- Nunca se sabe qué nos deparará el futuro. Una máxima irrefutable pero que, en el caso de la industria tecnológica, se vuelve más flexible, ya que, poco a poco, se nos van dando pistas de lo que podremos esperar en los meses venideros.
Así, 2015 se presenta como un año en el que tendencias y avances que han ido cogiendo forma en 2014 se asentarán de forma definitiva o pasarán a mejor vida, según el caso.
Qué avances tecnológicos podemos esperar en 2015
- Asentamiento de marcas alternativas. No todo es Apple o Samsung. Ni siquiera otras marcas como HTC, LG o Sony. El año que viene nombres como Xiaomi, ZTE, Bq o Huawei serán más familiares, y sus productos irán reclamando una cuota de mercado cada vez mayor. 2015 será un año clave para unas compañías que actualmente se encuentran en fase de expansión, y cuya ambición y buenas cifras les hacen querer ir a por todas en mercados tan complejos y competitivos como el norteamericano y el europeo.
- Más tablets, menos ordenadores. Aunque existen divergencias entre las conclusiones de algunos estudios y se espera que el ritmo de ventas de los tablets descienda (el crecimiento de los phablets sería una de las causas), la tendencia es clara. El lanzamiento de tablets cada vez más potentes, capaces de tutear a determinados ordenadores, sumado a factores como el tamaño y la comodidad consiguen preveer un buen futuro para este mercado, en detrimento del de los portátiles.
- Para fotos, mi móvil. Ya hemos del largo listado de objetos que verían adelantada su jubilación por culpa del teléfono móvil. Las cámaras de fotos son, sin duda, unas de las grandes perjudicadas. Ya no sólo por la mejora en la calidad de los objetivos, sino por la inclusión de prestaciones como el time-lapse, la resistencia al agua o software de edición integrado en el propio terminal.
- Cada vez más rápido. Tanto operadoras como fabricantes auguran un buen 2015 para la tecnología 4G, cuya cobertura irá ampliándose en el mapa nacional hasta rozar el 80%. A ello hay que sumar que el abanico de smartphones compatibles es cada vez más amplio y, sobre todo, accesible desde el punto de vista económico.
- Wearables. Una de las principales apuestas de las compañías en 2014 y todo un atractivo para los usuarios más geek, que sueñan con poder hacer cualquier cosa con un simple gesto desde su muñeca. Aunque hoy por hoy la mayor parte de estos dispositivos no sean más que una extensión del smartphone, lo cierto es que sus posibilidades son casi infinitas.
- Internet de las cosas. Al desarrollo de los relojes y pulseras inteligentes ayudará, en gran medida, el asentamiento del conocido como Internet de las cosas. O lo que es lo mismo: Llevar a un nuevo nivel la conexión entre dispositivos; lo que nos permitiría hablar, por ejemplo, de hogares inteligentes. “Imagine despertar con la música que le gusta y que el reloj le indique sus tareas del día. Cuando baje de su cama un tapete le indicará a su cafetera que tiene que empezar a preparar el café, mientras que desde su reloj se desactivará la alarma de su casa y se encenderán las luces que darán inicio a su día laboral”, explica Hugo Simg, de MediaTek.
En no mucho tiempo, no habrá que imaginar tanto.
- Siempre conectados. Y de los hogares pasamos a las ciudades. Porque a pesar del escándalo de Gowex, proyectos como el de Google, con globos que proporcionan WiFi a su paso o la instalación de smartquesinas en Barcelona, hacen presagiar que cada vez contaremos con más puntos públicos de acceso a Internet.
- Hasta el infinito y más allá. Como si de inventos salidos de una película espacial se tratasen, en muy poco tiempo el mercado de los drones (vehículos no pilotados controlados remotamente) ha experimentado un crecimiento meteórico.
Aunque su aplicación en el plano militar y científico está asegurada, queda por ver si en el caso del gran público no será una moda pasajera (y cara) más.
¿Qué más le podemos pedir a 2015?