
Algunos operadores parecen hablar un idioma diferente al de sus usuarios. Así, términos como «para siempre» no significan lo mismo para ambas partes.
Y tampoco parece poseer la misma definición el concepto de «sin permanencia». Al menos, para Vodafone, que anuncia líneas de fibra óptica con teléfono fijo sin este compromiso, pero exige una cuantiosa penalización económica en caso de que el número se dé de baja o se porte a otra compañía antes de un año.
Para comprender mejor esta paradoja conviene tener en cuenta un par de aspectos:
- No es posible portar números fijos. Desde el pasado 18 de marzo el Gobierno prohíbe la portabilidad de teléfonos fijos. Durante, aproximadamente un par de semanas, tampoco fue posible cambiar de operador las líneas móviles. En la actualidad continúa la restricción, pero únicamente en el caso de los teléfonos fijos. Y parece que esta prohibición continuará en vigor hasta que concluya el estado de alarma derivado de la crisis del coronavirus Covid-19.
- Telefónica no quiere hacer instalaciones. El operador dominante está demostrando de un modo muy claro su compromiso con sus trabajadores y clientes: antepone su salud a la batalla comercial y no está llevando a cabo ninguna actividad comercial salvo los casos en los que resulta imprescindible para no dejar incomunicado a nadie. ¿En qué afecta esta decisión a Vodafone? En que si Movistar no hace instalaciones para sus propias marcas, tampoco lo hace de manera indirecta para otros operadores. Por tanto, Vodafone únicamente puede seguir haciendo instalaciones cuando dependen de su propia red, pero no en las zonas que dependen de Telefónica.
Vodafone encubre el compromiso de permanencia
El confinamiento obligatorio para la gran mayoría de los españoles es una oportunidad de captar nuevos usuarios que necesitan una línea de fibra óptica (y teléfono fijo) en su casa.
Son muchas las personas que hasta que comenzó esta crisis no necesitaban una conexión de este tipo porque trabajaba fuera y tenía suficiente con el acceso a Internet desde su smartphone.
Sin embargo, permanecer durante las 24 horas sin salir a la calle eleva considerablemente el consumo y un bono de datos móviles resulta insuficiente, sobre todo, si se quiere tener acceso a contenidos en streaming (Netflix, YouTube, Spotify, etc) y/o para teletrabajar y tener que recurrir a videoconferencias y enviar o recibir archivos pesados.
La mejor solución para por instalar una línea de fibra óptica y, de paso, contar con un nuevo número de teléfono fijo, un servicio que estaba cayendo en desuso, pero que está reviviendo un notable repunte en las últimas semanas.
Vodafone borra la permanencia de sus tarifas de sólo fibra óptica
Vodafone, Orange (y Jazztel), el grupo Masmóvil y algunos OMV están ofreciendo conexiones de este tipo con unas condiciones ventajosas. Unos operadores optan por recortar el precio y otros, suprimen el tan denostado compromiso de permanencia.
Pero en el caso de Vodafone lo hace de un modo bastante cuestionable. Su propuesta resulta confusa y esconde unas condiciones contradictorias y lesivas para los intereses de los nuevos clientes que contraten este servicio.
Las altas de fibra óptica de Vodafone tienen una penalización de 150 euros
El producto destacado nada más acceder a la web de Vodafone anuncia fibra óptica con fijo y Súper WiFi por 36,99 euros y sin permanencia.
Pulsando sobre el botón de Mas información se accede a diversas opciones. Para los que buscan el mejor precio, la propuesta se queda en 30,99 a cambio de un paquete de fibra óptica simétrica de 100Mbps y teléfono fijo con llamadas ilimitadas tanto a fijos como a móviles nacionales.
El servicio Súper WiFi, que incluye el alquiler de un dispositivo que extiende y reparte la señal inalámbrica de un modo más eficiente, supone el pago de un suplemento de 6 euros al mes.
Super WiFi, el héroe de Vodafone para tener mejor conectividad en casa
Y para los que busquen mayor velocidad están disponibles otras dos alternativas. La línea FTTH simétrica con 600Mbps sale por 42,99 euros al mes. Y la de máxima rápidez, con 1Gbps, cuesta 55,99 euros mensuales.
En cualquiera de estos casos (con o sin Súper WiFi e independientemente de la velocidad escogida), pulsando sobre el enlace de Más información, Vodafone señala de modo claro e inequívoco la siguiente información: «Alta e instalación gratis» y «Sin permanencia».
Únicamente si se accede al apartado de Condiciones legales aparece un texto mucho más largo que esconde la realidad de estas propuestas.
Todas las contradicciones de las condiciones legales de Vodafone
Escrutando a fondo el texto legal de la oferta de fibra óptica de Vodafone aparecen numerosos datos que dicen lo contrario o matizan bastante lo que este operador destaca en sus anuncios.
Estas son los aspectos que conviene tener en cuenta antes de darse de alta en una línea de fibra de Vodafone:
- Sí que hay compromiso de permanencia y penalización. Concretamente es de 12 meses. No cumplir con este periodo de tiempo implica una penalización de 150 euros con independencia del tiempo que haya transcurrido desde la instalación. Es decir, no es proporcional, por lo que la multa es igual para un usuario que, por ejemplo, lleve dos meses, que para el que solicite la baja o portabilidad al cabo de diez meses. Eso es lo que se extrae del texto que el operador publica en su web: «Por la instalación del servicio de fibra Vodafone incurre en un coste de 150 euros. En el caso de que el servicio se dé de baja dentro de los 12 primeros meses desde la instalación, Vodafone repercutirá al cliente el citado coste por un importe de 150 euros».
- La fibra de 1Gbps no siempre es simétrica. Los que elijan la fibra más rápida deben saber que, aunque Vodafone ofrezca esta opción y la anuncie como simétrica (misma velocidad de subida que de bajada), no siempre es así. En algunos casos la de subida se limita a 100Mbps. Eso sí, el precio es el mismo en ambos casos. Esto es lo que dice el texto legal: «Con Vodafone fibra 1Gbps el cliente tendrá acceso a Internet con conexión por cable ethernet con velocidad de hasta 1Gbps en bajada y 100Mbps o 1Gbps en subida».
- La identificación de llamada cuesta 2 euros extra. El producto de fibra incluye un nuevo número de fijo (no es posible conservar el que se pudiera tener de otro operador). Esta línea permite realizar llamadas nacionales a fijos y móviles. Lo que no incluye es la posibilidad de conocer qué número llama. A menos que se active la identificación de llamadas, una opción que encarece la cuota en 2 euros (24 euros al año).
- El router cuesta 80 euros. Al margen de la penalización de 150 euros en caso de incumplir el compromiso de permanencia de un año, si el cliente se da de baja o se porta a otra compañía en cualquier momento y no devuelve el router, debe pagar 80 euros por este dispositivo.
- La cuota mensual se encarece automáticamente. Tras un par de años en Vodafone las cuotas mensuales se encarecen de un modo significativo. La fibra de 100Mbps que ahora cuesta 30,99 euros pasa a costar 39,99 euros (108 euros más cada año); la mensualidad de la de 600Mbps sube otros 9 euros: de 42,99 a 51,99 euros; y la de 1Gbps, sea simétrica o no, se transforma en 64,99 euros (en lugar de los 55,99 euros que cuesta los primeros 24 meses).
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