
Los datos que baraja esta compañía señalan que, por cada cámara digital que se vende, hay más de cuatro teléfonos con este dispositivo integrado. Las razones de este auge responden a la creciente demanda de nuevos modelos y a que éstos ofrecen cada vez una mayor calidad de imagen.
Las ventas de cámaras digitales subieron el año pasado un 40%, hasta alcanzar los 68 millones de unidades, pero cada vez les cuesta más convencer a los usuarios de que necesitan uno de estos aparatos además de su teléfono móvil.
El 38% de los que se vendieron el año pasado eran capaces de captar instantáneas, frente al 16% de 2003.
Por fabricantes, Nokia es el que se lleva el gato al agua. La compañía finlandesa cuenta con el 18% del mercado. Le siguen de cerca Motorola, con un 17% y Samsung, que dispone de algo más del 13%.



