
Gadget lab, uno de los blogs de esta publicación, señala que la operadora española ha abierto con un retraso de dos horas en algunos casos haciendo que se formara una enorme cola. De este modo la empresa se ha beneficiado de la publicidad gratuita que le ha supuesto el hecho de que hubiera cámaras de televisión informando sobre la expectación que ha generado la llegada del iPhone a nuestro país.
Charlie Sorrel, el autor del post, también lamenta que la tienda principal de Barcelona no contara con existencias el día del estreno y ni siquiera supieran cuándo iban a llegar.
De lo que no se ha hecho eco esta bitácora estadounidense es de la caída del sistema informático que ha padecido la nueva macrotienda de Telefónica en la Gran Vía madrileña. Esta incidencia ha hecho que los primeros clientes (algunos esperaban desde hacía 20 horas e incluso habían pasado la noche a la intemperie) hayan tenido que aguardar todavía una hora más.
El nuevo iPhone 3G se ha puesto a la venta en más de 20 países, pero está claro que Spain is different.



