El quid de la cuestión está en las contraprestaciones que deberá asumir la nueva empresa
4 puntos clave sobre… La fusión entre Orange y Masmóvil
La unión entre el segundo y el cuarto operador en España, que dará lugar al conglomerado de telecomunicaciones más grande (por delante de Telefónica), aún está pendiente de aprobación por parte de las autoridades de Competencia en Bruselas. Su decisión tiene importantes implicaciones. Y no sólo en nuestro país, sino también para otras compañías que también quieren hacer este movimiento en Europa.

Todavía no está todo dicho sobre la creación de la joint venture que pretenden formar los grupos Orange y Masmóvil.
Hace más de un año que el segundo operador, el grupo Orange, y el cuarto, el grupo Masmóvil, anunciaron oficialmente que pretendían formar una joint venture al 50%. Fue en marzo de 2022.
Sin embargo, casi año y medio después, ambas compañías continúan compitiendo por separado. Una operación de tanto calado no es un proceso sencillo, ya que no sólo depende de la voluntad que las propias empresas tengan de llevar a cabo esta unión, sino que también está condicionada a obtener las pertinentes autorizaciones en materia de competencia.
Y no únicamente lo necesita por parte de la CNMC en España, sino también por parte de la Comisión Europea (en Bruselas), que es donde se dirime actualmente la conveniencia o no de que Orange y Masmóvil se conviertan en el primer operador por número de clientes en España (aunque no en ingresos), por delante, incluso, de Telefónica.
Analizamos cuáles son los puntos clave de esta situación y qué es lo puede suceder, ya que las consecuencias no sólo afectan a Orange y Masmóvil, sino también a otros operadores de nuestro país y a algunos del resto de Europa, que también quieren seguir lo que se conoce como la consolidación de este sector.
La imposición de remedies, la parte más relevante
Hace unos días la Comisión Europea hizo públicas una serie de objeciones a la fusión entre Orange y Masmóvil. La principal preocupación es el impacto que tendrá sobre el mercado minorista (los consumidores finales), ya que anticipa que eso generará una subida de los precios.
Para evitar que esta reducción de competidores suponga que se incrementen las tarifas a medio y largo plazo es bastante probable que la CE condicione la fusión a que haya una serie de remedies.
Aún se desconoce en qué consistirán estos remedios y todavía quedan algunas semanas que la CE se pronuncie al respecto.
Aunque hasta ahora han consistido en la venta obligatoria (y a un precio muy inferior al de mercado) de parte de las infraestructuras (incluyendo el espectro móvil) para que un competidor más pequeño se pueda hacer con ellas y explotarlas.
Estos remedios son una obligación para la nueva compañía, que tendría que ofrecer una serie de contraprestaciones a uno de sus competidores.
Dependiendo de cómo sean de duras las condiciones de los remedies, Orange y Masmóvil podrían determinar que no les compensa seguir adelante con la creación de su joint venture.
No obstante, el mercado da por descontado que ambas compañías están muy interesadas en unirse, por lo que es altamente probable que acaben aceptando los remedios aunque sea a regañadientes.
Estas son las cuestiones que aún están por resolver:
¿En qué consistirán finalmente los remedies, si es que la CE los impone?
¿Los aceptarán desde Orange y Masmóvil?
Qué operadores están interesados en los remedies
Los remedios no están disponibles para todos los competidores. Telefónica y Vodafone, por ejemplo, no pueden optar a ellos.
En cambio, sí que estarían al alcance de los operadores móviles virtuales (OMV) que tengan suficiente músculo financiero y estén dispuestos a pujar por ellos.
Actualmente se da por hecho que hay tres compañías interesadas en quedarse con los remedies: Digi, Avatel y Wewi Mobile (Finetwork).
Digi, Avatel o Finetwork: ¿Cuál se llevará el gato al agua?
¿Puede haber alguno más que también puje por los remedies?
Otros operadores europeos, pendientes de qué sucede
Que los grupos Orange y Masmóvil finalmente se fusionen en una sola compañía no es algo que únicamente afecta al mercado español. Otros operadores también están pendientes en el resto de Europa.
Lo dice la agencia de calificación crediticia Moody’s. El hecho de que esta fusión salga adelante o no (o que lo haga con importantes contraprestaciones) puede desincentivar que se produzcan otras operaciones de consolidación en el Viejo Continente (concretamente en Dinamarca, Italia, Bélgica, Suiza y Alemania).
De hecho, en el pasado ya fracasaron diversos intentos de unión entre operadores en otros países.
¿Cuántas operaciones de consolidación se llevarán a cabo si sale adelante la fusión?
¿Cuáles se paralizarán y se quedarán en el tintero si no se lleva a cabo o los remedies son demasiado agresivos?
Cómo quedaría el mercado español tras una fusión entre Orange y Masmóvil
Si bien es cierto que en España existen decenas de operadores (cientos si se tiene en cuenta a los pequeños proveedores locales), más del 90% quedaría concentrado en apenas tres compañías tras la fusión entre los grupos Orange y Masmóvil tanto para servicios de telefonía móvil como de banda ancha fija (principalmente fibra óptica).
Según los datos de la CNMC hasta abril de 2023, el nuevo gigante conformado por las marcas de los conglomerados naranja y amarillo se harían con el 43% del sector móvil. Le seguiría Movistar (y O2), con el 28%. Más lejos queda Vodafone (con Lowi incluido) y un 22%. El 7% restante es para Digi y todos los demás.
La situación es muy parecida en el mercado del Internet fijo. Orange y Masmóvil aglutinarían el 42%. Telefónica seguiría conservando poco más de un tercio (34%). Vodafone sólo tendría el 18%. Y apenas un 6% se lo repartiría el resto del mercado.