
La operación ha supuesto un desembolso de 400 millones de euros, según un acuerdo firmado recientemente por ambas partes que incluye la cesión de la marca Philips a CEC durante cinco años para poder ser utilizada en el negocio de telefonía móvil.
Hasta ahora, CEC era el fabricante de los móviles de la marca holandesa en China, pero el acuerdo incluye no sólo la fabricación, sino toda la totalidad de esta rama de negocio que ocasionaba pérdidas a la multinacional.
La idea de la empresa china, uno de los mayores productores de teléfonos móviles del mundo, es el de crear imagen de empresa independiente y desterrar la actual, de subcontratista para las marcas más importantes.
