Quedarse sin batería en el móvil ya no es algo tan anecdótico, dada la gran cantidad de gestiones que podemos realizar con el smartphone (como todo lo relacionado con el banco, como demuestran servicios como imaginBank).
Por eso, no solo es importante tener en cuenta una serie de consejos y recomendaciones para ahorrar energía o cargar el móvil más rápidamente, sino también disponer de accesorios que nos saquen de un apuro.
Las baterías externas llevan tiempo haciendo lo propio, pero da la impresión de que al mercado ya no le vale con dispositivos tradicionales. Hay que ir más allá.
Eso puede explicar el nacimiento de proyectos sorprendentes como JAQ, un cargador que no precisa de electricidad para cargar la batería del móvil.
El dispositivo, desarrollado por la firma sueca MyFC, y mostrado en el reciente CES 2016 de Las Vegas, se vale de una especie de tarjetas extraíbles de un solo uso que contienen una mezcla de agua y sal. La reacción química genera la electricidad que posibilita la carga del smartphone.
La capacidad de estas tarjetas es de 1.800mAH; suficiente para cargar buena parte de los dispositivos disponibles en el mercado.
El cargador JAQ ya puede reservarse a través de la web del fabricante, que espera poder empezar a comercializarlo en los próximos meses.
La empresa propone al usuario un modelo de suscripción por el que, pagando una cuota de 4,9 euros al mes (el precio se mantendrá durante dos años), recibirá en casa, y sin gastos adicionales, un número de tarjetas mensuales.
El proyecto es, sin duda, llamativo. Su cuidado y colorido diseño hacen de JAQ un producto llamativo que, además, es respetuoso con el medio ambiente. Y si alguien se lo estaba preguntando: sí, a pesar de tener agua en su interior, las tarjetas pueden llevarse en un avión, ya que cumplen con la normativa internacional.
¿Cómo cargar la batería del móvil más rápidamente?
- Conectar el teléfono al enchufe, no a un USB. Resulta muy cómodo enchufar el smartphone al ordenador cuando estamos trabajando con él. Sin embargo, la carga será mucho más rápida si lo conectamos directamente a una toma de corriente tradicional debido a su potencia. Potencia que también se ve mermada si recurrimos a alargadores o regletas.
- Usar un cargador original. El eterno debate: ¿por qué pagar 20 euros por un cargador del fabricante cuando puedo recurrir a una imitación de 5 euros? El problema no es tanto el cable, que en algunos casos puede no ser reconocido por el dispositivo, como el propio cargador. La mayoría de las alternativas ‘de marca blanca’ no cuentan con algunos componentes, como envolturas protectoras o cinta aislante, por lo que puede poner en riesgo la integridad del terminal. Pero dejando de lado la seguridad, la elección de materiales más baratos en la fabricación también puede traducirse en más lentitud de carga.
- Apagar el móvil. Quizás sea una alternativa un poco radical, pero totalmente lógica. Al no consumir energía durante el periodo de carga, este finalizará antes. Otra opción es ponerlo en modo avión, que inhabilita todas las comunicaciones y reduce significativamente el consumo del teléfono.
- Retirar la funda protectora. Algunas quedan tan ajustadas que esta no es una opción, pero las baterías de iones de litio funcionan mejor a baja temperatura, por lo que es recomendable quitar estas carcasas para facilitar el proceso de carga.
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