¿Qué sería de un smartphone o un tablet sin conexión a Internet? Sin activar la opción de datos apenas se les podría sacar partido. Estos dispositivos no son los únicos que necesitan estar conectados a la Red. Y Orange ha decidido apostar por los llamados objetos conectados o lo que también se conoce como el Internet de las cosas.
Desde este mes de diciembre, justo a tiempo para la campaña de Navidad, Orange ha presentado su nueva tienda online de objetos conectados, que ofrece un nutrido catálogo de dispositivos clasificado en estas cinco categorías:
- Smartwatches. Orange distribuye ocho modelos de diferentes marcas. Destacan tres versiones del Apple Watch, cuyos precios oscilan entre 393 y 635 euros al contado (también se pueden financiar en 24 meses sin intereses). También hay relojes inteligentes de Sony, Samsung, Motorola y Alcatel. La opción más económica es el Alcatel Watch, disponible por 129 euros en un pago único.
- Deporte y salud. En esta categoría el operador incluye tres wearables. Se trata de un par de pulseras cuantificadoras Fitbit (cuestan unos 150 euros cada una) y la Sony Smartband 2. Para controlar el peso está la báscula Fitbit Aria WiFi, que sale por 120 euros.
- Entretenimiento. Aquí se incluyen un par de robots y cuatro llamativos altavoces. Entre los primeros destaca el Sphero BB8 Star Wars + base de carga. Este droide es uno de los protagonistas del séptimo capítulo de la saga Star Wars. Está a la venta por 157 euros (3,75 euros mensuales si se paga en cuotas durante dos años). Zowi, el robot de bq, emite sonidos de alegría, tristeza, confusión, saludo o despedida que expresa a través de su boca LED. Tiene un precio de 100 euros. Por otra parte los Outdoor Pouf-Speaker Lumi son unos vistosos altavoces de exterior (entre 79,9 y 139,90 euros por unidad, según su tamaño). Para los niños hay opciones bastante económicas, como el altavoz kit sound con forma de balón de fútbol o de ratón (a 12,95 euros la unidad)
- Localización. Por el momento Orange solo ha incluido un producto en esta categoría: Tracker iCookie, una suerte de llavero que alerta al usuario cuando su smartphone se aleja. Sale por 34,95 euros.
- Smarthome. El apartado de hogar inteligente está formado por un par de Smart TV de Samsung que se pueden conseguir desde solo 4,95 euros al mes o al contado por un precio que oscila entre 270 y 444 euros dependiendo del tamaño de la pantalla. En esta categoría también están la bombilla Bluetooth LED E27 BeeWi, que sale por 29,95 euros y permite cambiar la tonalidad e intensidad desde el smartphone, y la cámara de vigilancia Cloud NC200 TP-Link (34,95 euros), que graba vídeo y sonido y cuyas imágenes se pueden ver a distancia.
Hasta 40.000 millones de objetos conectados en 2020
La apuesta de Orange por este tipo de dispositivos tiene un sentido bastante estratégico para la compañía, que estima ingresar más de 100 millones de euros en 2018 gracias a estos aparatos, según el comunicado que ha remitido.
Más a largo plazo Orange habla de un negocio que «tiene unas espectaculares posibilidades de desarrollo» y cita un par de estudios en los que se afirma que en 2010 habrá entre 25.000 y 40.000 millones de objetos conectados en todo el mundo.
Estos dispositivos están equipados con un chip o una etiqueta electrónica con conexión inalámbrica que les permiten comunicarse con otros (principalmente el smartphone) y compartir información con ellos.
El primer objeto conectado llegó en 2003
A pesar de que estos productos puedan parecer muy futuristas, lo cierto es que existen desde hace años. El que podría considerarse como el primer objeto conectado fue la lámpara DAL WiFi, que lanzó la empresa francesa Violet en el año 2003.
Esta misma compañía, que quebró hace unos años, también, fue la responsable de Nabaztag, un conejo (en realidad su nombre se traduce como liebre en armenio) que, conectado a una red WiFi, se comunicaba con mensajes vocales, luminosos o moviendo sus orejas.
En la actualidad todos los Nabaztag se han extinguido y no funcionan, aunque se les considera los precursores de los objetos conectados. ¿Veremos pronto como otras nuevas especies se convierten en mascotas con acceso a Internet? Es bastante probable.
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