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Qué consecuencias tendría la independencia de Cataluña para el sector telco

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La independencia de Cataluña tiene muchas implicaciones para la industria de las telecomunicaciones, aunque probablemente no se estén teniendo demasiado en cuenta. Imagen: El País.

Es el tema destacado en todos los informativos y tertulias nacionales. La aprobación del referéndum ilegal por parte del gobierno de esta comunidad para el 1 de octubre (aunque el Tribunal Constitucional lo suspendió apenas un día después) copa las portadas y titulares de todos los medios de comunicación, abriendo muchas dudas sobre el futuro de esta región ante la creación de un hipotético nuevo estado independiente.

Por supuesto, dichos interrogantes surgen a todos los niveles, y de cumplirse los planes de la coalición formada por las formaciones Junts pel sí y CUP, serían muchos los cambios que la industria de las telecomunicaciones tendría que afrontar; y no se puede decir que sean positivas.

De hecho, el ahora expresidente de Telefónica, César Alierta, ya advirtió a los empresarios catalanes hace algunos años, durante la celebración de un evento en la Casa de América, en Madrid, de los efectos negativos que puede tener la independencia de Cataluña para la economía: «Quiero lo mejor para los catalanes y lo mejor para los catalanes es seguir en España. Los efectos económicos de una supuesta independencia de Cataluña, que no se va a dar, son súper negativos. Es inviable […] En todos los procesos de separación el flujo comercial baja un 25% y si el flujo comercial baja, aumenta el paro, y si aumenta el paro, baja la recaudación, y si baja la recaudación, las pensiones hay que bajarlas y también el gasto público social».

Cambios que habría que tener en cuenta si Cataluña se independizase de España

La magnitud de proceso soberanista catalán es tal que es normal que no se lleguen a considerar todos los cambios (y sus correspondientes consecuencias) que habría que afrontar de lograrse la independencia.

Basta recordar el informe elaborado por la compañía de servicios de numeración virtual Fonvirtual, que recoge algunos de los «problemas de gestión en las telecomunicaciones del nuevo país».

El OMV Parlem asegura que ofrece «un servicio 100% catalán» gracias a las «personas que viven en Cataluña y que conocen nuestras costumbres, lo que necesitamos, entienden nuestros problemas y se pueden comunicar en nuestra lengua». Aunque lo que no menciona esta marca es que lo hace a través de Masmóvil.

Para empezar, porque al constituirse como nueva nación, las llamadas telefónicas entre España y Cataluña tendrían que comenzar a tarificarse como internacionales, con el consiguiente gasto que supondría para usuarios y empresas.

Pero no solo eso, si Cataluña se convirtiera en nuevo un estado independiente, al estar fuera de la Unión Europea, se le aplicaría una tarifa de roaming extracomunitario. Y eso sucedería tanto para los catalanes que entrasen en la UE como para aquellos ciudadanos comunitarios que realizaran un viaje a este nuevo estado.

Cataluña tendría que seguir usando el prefijo internacional de España

Por otra parte, es un hecho que Cataluña tendría que seguir utilizando el prefijo internacional asignado a España (+34) durante un largo periodo de tiempo. Recordamos que Kosovo, que se independizó en 2008, todavía continúa utilizando el de Serbia para las líneas fijas y los de Mónaco y Eslovenia para las móviles.

El mismo informe, elaborado a raíz de las dudas planteadas a la empresa por parte de clientes catalanes, destaca la necesidad de Cataluña de tener que constituir un nuevo órgano regulador y de utilizar las infraestructuras pertenecientes al Estado español; lo que obligaría a ambos gobiernos a un «un hipotético acuerdo por el que España cediese el uso o la titularidad de las mismas a cambio de algún tipo de acuerdo compensatorio». Eso u optar por las expropiaciones.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que integra a la antigua Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, actualmente se sitúa en este edificio de la calle Bolivia, en Barcelona.

Hablando de la institución reguladora, la sede que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene en Barcelona y precisamente es la que más temas referentes al sector telco trata. La independencia de Cataluña probablemente implicaría tener que volver a reubicar aste órgano en otro lugar de España.

Nadie dijo que la plena independencia fuera algo fácil de llevar a cabo.

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