
14/12/2015.- Como organismo regulador, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) puede ser considerada, en muchas ocasiones, una institución demasiado contemplativa y, por lo general, de lenta actuación. Ello no resta importancia a su trabajo, totalmente necesario en una industria en la que lo normal es que haya compañías que quieran traspasar la línea.
Pero si hay un límite que no se puede sobrepasar, es el de los megaherzios de espectro que pueden acaparar los grandes operadores. Y por eso es llamativa la propuesta del organismo regulador: ampliar dichos límites del espectro radioeléctrico con la condición de que las compañías abran sus redes a terceros en condiciones «razonables».
¿Por qué es importante? Básicamente, porque si algo ha quedado claro en los últimos tiempos es que el consumo de datos móviles está al alza; y lo que es más importante: no va a dejar de crecer. Ello tiene repercusiones negativas en las redes, ya que a más tráfico, más saturación de unas infraestructuras que no son, ni mucho menos, infinitas.
En 2011 el Gobierno determinó que el límite de espectro radioeléctrico que un operador podía acaparar no podía superar los 185MHz. Ello ha obligado a Vodafone y Orange a deshacerse de parte de sus frecuencias tras la compra de Ono y Jazztel, respectivamente (serán devueltas al Ministerio de Industria). Movistar, por ejemplo, cuenta con 164,6MHz; y Yoigo con 64,6MHz.
De poco sirve que los operadores sigan instalando antenas y desplegando redes de última generación. Si no cuentan con suficiente espectro y en las frecuencias adecuadas, el servicio nunca será completo. El caso de Yoigo es el más claro, ya que no tiene espectro en las bandas bajas, lo que obliga a la marca de TeliaSonera a mantener un acuerdo de roaming nacional con Movistar.
En su comunicado, la CNMC considera que «la modificación al alza de los límites presentaría, desde el punto de vista técnico y de evolución tecnológica, significativos beneficios para los operadores que actualmente ven limitada su capacidad de adquirir nuevo espectro».
Que los OMV estén tranquilos
Claro, el escenario que plantea la CNMC podría «empeorar las condiciones competitivas», ya que ampliar el límite del espectro y lanzar nuevas subastas daría más poder a compañías (tres, principalmente) que ya controlan una buena parte del mercado, en detrimento de los operadores virtuales independientes.
Por ello, el organismo regulador aclara que el flexibilizar los límites de los OMR estaría supeditado a una condición clara: que se comprometan a «ofrecer un acceso mayorista en condiciones razonables» a dichos OMV, lo que evitaría hablar de oligopolio (más, todavía) en la industria.
La propuesta de la CNMC merece ser considerada, pero antes de dar ningún paso al frente convendría concretar esas condiciones razonables de las que habla en la última parte de su nota de prensa. Porque también era necesario que los virtuales tuvieran acceso a las redes 4G de las grandes compañías desde hace meses, y aquí seguimos.
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