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Miguel Ángel Uriondo: «No creo que simyo tenga futuro en España»


Miguel Ángel Uriondo
Miguel Ángel Uriondo fue galardonado hace unos meses como profesional de la comunicación en la X edición de los premios de Periodismo de la Fundación Vodafone.

05/07/2011.- Hace unos días conocimos el estado del mercado de la telefonía móvil en España gracias al informe anual que elabora la CMT.

De estos datos se desprende que Yoigo y las OMV están ganando fuerza gracias, en buena medida, a la crisis, que hace que muchos usuarios opten por propuestas más económicas.

A pesar de estos buenos resultados, no todas las operadoras virtuales son iguales ni se encuentran en la misma situación.

De hecho, en el último año algunas han cesado sus actividades y otras tendrán que echar el cierre.

Sobre este tema hemos hablado con Miguel Ángel Uriondo, redactor de telecomunicaciones y tecnología de la revista Actualidad Económica y autor del blog Alsd.es.

Aunque no hay datos oficiales y el criterio para contabilizar líneas es dispar, en estos momentos son pocas las OMV que superan los 100 000 números activos. ¿Hasta qué punto el tamaño importa desde el punto de vista de la rentabilidad de una compañía de este tipo?

En España ha hecho falta una crisis económica descomunal para que entre las OMV y Yoigo sumen el 10,3% de cuota de mercado.

Y en el caso de los virtuales es aún más meritorio porque no subvencionan terminales (salvo los de las cableras y Jazztel, que juegan con reglas distintas).

El mercado español es de subvención y las OMV, casi por definición, no van a poder alcanzar grandes cuotas de mercado a menos que haya un cambio radical entre los abonados o cambien ellos sus planteamientos.

Además, a medida que Yoigo y los operadores tradicionales abaraten más sus propios precios sin dejar de subvencionar, el nicho de clientes dispuestos a irse con ellos será cada vez más pequeño.

¿Cómo puede competir una OMV con una oferta como la de Yoigo, con un Samsung Galaxy S II por 99 euros y La tarifa del 4?

Hay un nicho para clientes que solo quieren un excelente servicio, pero no es muy grande y requiere de un crecimiento pausado y un boca-oreja realmente eficaz.

Con todo, no me extrañaría que alguno de los competidores generalistas alcanzará en el futuro los 250 000 – 300 000 abonados reales, a medida que sus rivales se quedan en la cuneta.

¿Consideras que el mercado español de telefonía móvil ya estaba saturado cuando nacieron las primeras OMV hace 5 años y por eso resulta tan complejo competir?

No es complejo por la saturación, que la había, sino por la tremenda dependencia de la subvención que tenemos los españoles. Y si no fuera por la crisis, ni siquiera estaríamos en los niveles actuales de penetración del low cost.

Yoigo fue lo bastante inteligente como para darse cuenta de cómo era en realidad el mercado español y supo reaccionar a tiempo.

Los virtuales no tienen, en su gran mayoría, músculo financiero para hacer algo así. Es curioso como en este país los clientes suelen ser fieles a determinadas marcas y mecanismos más allá de las modas e, incluso, de la lógica.

El grueso de los españoles es fiel a la subvención del mismo modo que han sido fieles al ‘Pro Evolution Soccer’, a la PlayStation o a Nokia. ¿Es por presumir cada poco tiempo de teléfono nuevo? Puede ser. Un comentarista de mi blog dijo un día: «tenemos crisis para comer, pero no para fardar». Quizá tenga razón.

Kpn se está planteando su futuro en España (y otros mercados como Francia). ¿Qué crees que pasará con simyo y el resto de marcas que gestiona la filial española?

No creo que simyo tenga futuro en España. Ha perdido el impulso inicial y cualquier elemento diferenciador. Era la comidilla del sector que algo haría tarde o temprano.

Las marcas que facilita Kpn y sus cerca de 400 000 clientes son, sin embargo, algo muy distinto. Seguro que habrá muchos interesados en llevárselos al huerto.

Si yo mandase en Kpn, intentaría venderle el paquete completo en Francia y España a Orange, a la que los ingresos por virtuales le están aliviando mucho las cuentas.

En el primer trimestre, la matriz francesa reconoció que los cerca de 15 millones de euros que ingresó Orange de los virtuales estuvieron detrás del considerable aumento de los ingresos. Otra cosa es que el precio le convenga a los galos.

Y si alguna de las marcas que no son de Kpn prefiere buscarse un nuevo socio, pueden encontrar refugio en Vizzavi, el facilitador de Vodafone.

En todo caso, me da algo de pena. La llegada de Kpn a España fue una de mis primeras exclusivas, cuando trabajaba en ‘La Gaceta de los Negocios’.

Aunque por distintas causas, ya hemos asistido al cierre de OMV como Vectone, zeroMóvil, Vuelingmóvil… ¿Crees que la purga no ha hecho más que comenzar?

Sin duda. Y todavía os habéis dejado proyectos como XLmóvil. A menos que haya cambios en regulación bastante importantes, que no creo que vayan a ser una prioridad ni de la CMT ni de su nuevo presidente, solo las operadoras que tienen ya cierto liderazgo aguantarán una criba que, como decís, solo acaba de empezar.

Lo lógico ahora va a ser la integración de marcas en operadoras tradicionales o alguna que otra fusión.

No sé si vamos a llegar a un punto en que, como en la película de ‘Los inmortales’, solo pueda quedar uno. Pero yo vigilaría mi pescuezo por si las moscas.

Con la llegada de tarifas con un precio nominal por minuto de 7,1,céntimos por parte de las OMR, Johan Andsjö, CEO de Yoigo, augura un futuro incierto para las OMV que compiten por precio, ya que se estrechan las diferencias de precio. ¿Estás de acuerdo con este vaticinio o es precisamente Yoigo la que podría verse en peligro a medio y largo plazo?

No es difícil que Johan piense eso. En Suecia las 4 operadoras terminaron casi por completo con las OMV y, al mismo tiempo, el sector vio una considerable reducción de los precios por minuto. Clavado a lo que está pasando en España.

Yoigo se vería afectada por esa pinza de la que habláis solo si las OMV tuvieran mucho más margen para reducir sus precios. Y no lo tienen. Yoigo subvenciona terminales, vende en tienda y controla sus costes de red. Ellos no.

Las OMV que compiten solo por precio lo tienen muy mal. La única esperanza de algunos de estos competidores «por precio» es que también están barriendo en términos de calidad de servicio, y eso no es baladí.

Viendo los datos del último informe anual de la CMT (2010), los clientes de las OMV tienen un consumo muy inferior al de las OMR. Además, el 70% de las líneas son de prepago y, salvo excepciones, los contratos carecen de compromiso de permanencia y no exigen consumos mínimos (o son bajos). ¿Complican demasiado estos factores la tarea de rentabilizar las carteras de clientes?

La OMV va a ser como una buena tienda de barrio. Los que sepan tratar bien a sus clientes, aportar valor y cercanía y probar cosas nuevas, tendrán posibilidades. Los que solo ofrezcan precio están más perdidos que los tripulantes del vuelo 815 de ‘Oceanic’.

Mis apuestas son a favor de Pepephone, que ha encontrado un modelo incuestionable de éxito y ha descubierto nuevos canales interesantes, como los portales de Internet.

Con más reservas, también veo un futuro para MÁSmovil, que si bien a veces parece que hace demasiadas cosas a la vez, al menos parece tener energía, accionistas pacientes, flexibilidad y liderazgo como para salir adelante, especialmente si simyo se aparta de su camino.

Lebara y otras OMV basados en las tarifas internacionales sobrevivirán sin problemas, como evolución natural de las tarjetas para llamadas al extranjero.

Los cableros y Jazztel pescan en sus propios caladeros y juegan con las normas del cuádruple play, así que les irá razonablemente bien, aunque no obtendrán la máxima rentabilidad hasta que no se hagan con frecuencias móviles.

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