21/08/2015.- Hoy en día todo gira en torno a nuestro teléfono móvil: contactos, correo electrónico, fotos, música… Incluso información bancaria. Y sin embargo, no es raro que podamos perderlo o que, incluso, alguien pueda robárnoslo; sobre todo en verano. ¿Qué hay que hacer en caso de que esto ocurra?
No todo el mundo sabe qué hacer cuando se encuentra en una situación así, y normalmente se tiende a cometer errores que pueden llegar a hacer perder un tiempo valiosísimo; sobre todo cuando se trata de un robo.
Por ello, es importante seguir una serie de pasos para prevenir males mayores:
· Marca tu móvil. Es posible que simplemente hayamos dejado el teléfono en cualquier rincón de nuestra casa o que algún buen ciudadano se lo haya encontrado. Cada vez está más extendida la práctica de pedir un rescate por nuestro móvil; una petición a la que debemos negarnos.
· Bloquear el código IMEI y la tarjeta SIM. Desde el momento en que adquirimos nuestros dispositivo, conviene apuntar su código IMEI y ICCID (el número de la tarjeta SIM), independientemente de lo que pueda pasar. Una vez hemos confirmado que no hay forma de recuperar el móvil, hay que ponerse en contacto con la operadora para que, una vez verifiquen nuestra identidad, puedan proceder al bloqueo de estos códigos. Con ello, se evita que el teléfono pueda ser utilizado, ni siquiera con otra operadora.
En caso de ser un móvil liberado, debemos ponernos en contacto con la operadora que actualmente nos está prestando el servicio. Desde Vodafone nos han confirmado este punto, al plantear el caso de un dispositivo Orange liberado pero que actualmente tiene contrato con ellos: «si el usuario sabe el IMEI del móvil -y nos lo facilita- podemos bloquearlo».
Además, en caso de que recuperemos el móvil, el código IMEI puede ser desactivado. El número de serie del teléfono suele estar en una pegatina en la caja del equipo y también suele figurar en la factura. El ICCID de la tarjeta SIM suele aparecer en el trozo de tarjeta de plástico donde va el chip, que también contiene los códigos PIN y PUK.
· Cambia todas tus contraseñas. Nuestros móviles suelen actuar como epicentro de un buen número de servicios que, desde luego, preferimos mantener en privado: redes sociales, aplicaciones bancarias, etc. Nunca sabremos si el nuevo dueño de nuestro móvil intentará hackear nuestras cuentas, por lo que es vital cambiar todas las claves de acceso.
· Instala una aplicación de geolocalización. La mayor parte de los sistemas operativos incluyen aplicaciones que nos permiten controlar nuestro teléfono de forma remota, por lo que podremos borrar nuestros datos, bloquear el terminal y poder determinar su posición, lo cual puede facilitar su recuperación. Eso sí, esto deberías hacerlo antes de quedarte sin móvil.
· Informa a la Policía. Proporciona a las autoridades todos los datos relevantes sobre tu teléfono (empezando por el código IMEI) para que puedan localizarte en caso de que detengan al ladrón o se encuentren con el dispositivo.

Otros consejos
Como bien dice el refrán, ‘más vale prevenir que curar’. Siempre es bueno ir un par de pasos por delante, aunque sea por si acaso; y en este caso existen una serie de medidas muy sencillas que pueden darnos un extra de protección en situaciones así.
El robo de móviles en nuestro país ha aumentado considerablemente en los últimos años. Según la Secretaría de Estado de Seguridad durante el último año se produjeron 279.319 denuncias por sustracción de móviles (lo que equivale a 1 móvil robado cada 2 minutos); siendo Madrid la Comunidad Autónoma que más delitos de este tipo concentra, con un 33%.
La mayor parte de los casos se producen por descuido del dueño del terminal, que lo deja en la mesa de un bar, sobre el mostrador de una tienda o en el asiento del transporte público.
Cabe señalar que, en estas situaciones, estaríamos ante un hurto, ya que no ha existido un uso de la fuerza para hacerse con el objeto en cuestión. La mayor parte de las aseguradoras solo cubren los robos, y es importante tener en cuenta que hacer pasar un hurto o una pérdida por un robo poniendo una denuncia falsa ante la Policía constituiría una falta o delito (depende de la cuantía del móvil sustraído) que podría acarrear antecedentes penales.
Y aunque sea de cajón, es básico recordar que siempre hay que prestar atención a nuestro teléfono y guardarlo en un lugar seguro. En lugares de grandes aglomeraciones, no conviene tenerlo en la mano demasiado rato, ya que los tirones están siendo cada vez más comunes.
Por otra parte, bloquear nuestros dispositivos (mediante contraseña o patrón de desbloqueo) es también recomendable. Es cierto que a la larga puede ser una molestia dado el número de veces que consultamos el móvil a lo largo del día, pero es una 1ª barrera contra los amigos de los ajeno.
Por último, y como ya comentábamos antes, conviene tomar nota de los datos importantes del terminal nada más adquirirlo: número de teléfono, de la tarjeta SIM, código IMEI, contacto de la operadora y el número de cliente. Nunca se sabe cuando podría necesitarse esta información.
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