
22/11/06.- Muchas veces cuando un terminal se estropea o se queda antiguo termina arrinconado en un cajón. Sin embargo, ReCellular Inc, una empresa con sede en Michigan (Estados Unidos), recibe cada semana unos 75.000 móviles usados (la mayoría son recolectados por organizaciones de caridad). Después de revisarlos y reparar los que están dañados los vende a países como Bolivia, Jamaica, Kenia, Ucrania o Yemen.
«Uno puede combinar un negocio, que es rentable, con un servicio útil y una labor caritativa. Es una manera de ganar por partida triple», explica Mike Newman, vicepresidente de ReCellular, que compra gran parte de su stock a varias ONG, que perciben, aproximadamente, un 20% del valor de cada teléfono.
Casi todo se aprovecha de los móviles usados
ReCellular revende alrededor del 60% de los teléfonos que le llega. El resto se utiliza para obtener componentes o se vende como chatarra.
El uso de móviles se acerca casi a la saturación en Estados Unidos, Europa y varios países de Asia. Por tanto, la siguiente fase de rápido crecimiento podría provenir de mercados emergentes.
En África la cifra de usuarios de teléfonos aumentó 20 veces en los últimos cinco años (de 3,6 millones en 2000 a 76 millones en 2005).

