El problema es sencillo. El diario británico Financial Times ha publicado recientemente que las Fuerzas Armadas Suecas utilizan la red de TeliaSonera para sus comunicaciones, de forma que, si una empresa extranjera llega a controlar la operadora, podría tener acceso a información muy delicada. Por ejemplo, podría estar al tanto de las localizaciones secretas establecidas en el harwdare militar.
Naturalmente, si esto llegara a producirse, representaría un importante problema para la seguridad nacional del país escandinavo. Por esta razón, France Telecom, principal candidata para hacerse con la empresa sueca, se enfrenta así con un competidor con el que no contaba en principio.

