02/04/2013.- Telefónica está decidida a acabar con los amagos, el término con el que se conoce la estrategia que emplean algunos clientes solicitando una portabilidad a otra operadora para cancelarla una vez que su compañía actual le ha hecho una contraoferta interesante.
Desde el pasado 1 de abril aquellos que soliciten un cambio de cualquier compañía hacia Movistar deben pagar hasta 100 euros en caso de que decidan no seguir adelante con el trámite.
El importe de esta penalización se carga en la cuenta bancaria que haya facilitado el cliente a la hora de solicitar la portabilidad.
La multa es de 50 euros en caso de las portabilidades móviles y del doble si se trata de una línea fija.
Según fuentes de Movistar, la nueva política se debe a que la compañía destina muchos recursos en vano. De este modo evita a aquellos usuarios que realmente no querían cambiar a esta compañía o recauda entre 50 y 100 euros por las tramitaciones fallidas.
Hasta ahora algunas tiendas de diversos operadores solicitaban el pago por adelantado de una fianza que solo devolvían una vez que se hubiera completado la portabilidad.
¿Volverá a cundir el ejemplo de Movistar como ya sucedió hace algo más de un año con el fin de las subvenciones de teléfonos móviles?