La telefonía móvil de tercera generación ya se ha consolidado en Japón

En sólo un año (durante el periodo comprendido entre julio de 2003 y el mismo mes de este año) los abonados de NTT DoCoMo (el MoviStar japonés) al servicio Foma (el equivalente al 3G europeo) han pasado de poco más de 650.000 abonados a superar los 5.200.000 y el ritmo actual de crecimiento es de medio millón de usuarios más cada mes, por lo que el próximo marzo ya contarán con diez millones de nipones que utilicen las redes de telefonía móvil de tercera generación.

Los ejecutivos de NTT DoCoMo están encantados con estos resultados ya que la facturación media por usuario es un 31 por ciento superior a la de la telefonía de segunda generación, sobre todo por los ingresos de la transferencia de datos que han crecido nada menos que un 74 por ciento.

El UMTS japonés está adquiriendo tanta importancia que ya se está utilizando como monedero electrónico, abono transportes y como medio de fidelización de clientes. Como muestra del éxito que está teniendo el operador japonés ha anunciado que no lanzará más modelos de segunda generación.