Y es que, cuando un usuario cierra una aplicación con el botón home, el iPhone hace un efecto en el que la pantalla se repliega sobre sí misma. Lo consigue realizando una captura de pantalla pero, según informa un blog de la revista Wired, esas capturas se pueden recuperar, teniendo acceso a todas las acciones realizadas por el propietario del terminal.
El hacker Jonathan Zdziarski, un experto en el terminal, ha explicado que el problema radica en que cuando borramos algo de una memoria, el sistema sabe que esa información puede ser sobrescrita, pero no lo hará hasta que lo necesite.
Además, aunque este experto ha explicado que se necesita bastante tiempo para rastrear la información, no hay manera de impedirlo.