A finales de 2008, Kpn lanzaba en España la que sería la ‘hermana’ de simyo: Blau, una marca de telefonía móvil que ofrecía prácticamente las mismas tarifas que simyo, pero que se vendía en tiendas. Pocos entendieron este lanzamiento clónico en el que la única diferencia eran los canales de distribución.

Poco después de celebrar su primer aniversario, una noticia sacudió el mundo de la telefonía móvil. El CEO de simyo en España, Jochen Doppelhammer, y su número 2, Miguel Ángel Suárez, eran despedidos por la compañía, que no encontró sustituto hasta varios meses después.

Durante este tiempo, simyo apenas presentó novedades de importancia. Con el cambio directivo parecía haber perdido la capacidad de reacción y operadoras virtuales que hasta entonces no habían supuesto competencia, como Pepephone, fueron construyendo ofertas cada vez más atractivas.

Por otro lado, los clientes comenzaron a cansarse de promesas de nuevos servicios que se habían quedado en el aire, como tarifas para empresas, una tarifa plana de voz, un servicio de volcado de agenda en el área personal o nuevas promociones para llamar al extranjero a precios de nacional.