De momento, todo son promesas (electorales) y buenas intenciones
WiFi público y gratuito: Queda mucho por hacer
El caso Gowex supuso un paso atrás que, además, dañó la imagen de España en el extranjero.

El límite de velocidad para cualquier red WiFi pública es de 256Kbps.
Estar siempre conectados es una necesidad para cada vez más personas. Puede que sin llegar al punto de dar una mano a cambio de tener acceso a Internet, como están dispuestos a hacer 4 de cada 10 usuarios, según una reciente encuesta llevada a cabo en Reino Unido. Queda claro que el aislamiento digital es una pesadilla para muchos.
Los smartphones son pieza clave en esta ya no tan nueva realidad, y aunque los principales operadores se están encargando de desplegar las redes necesarias para alcanzar una buena cobertura en la mayor parte del territorio nacional (aunque las zonas rurales sigan siendo las grandes olvidadas), son pocas las tarifas que ofrecen una buena relación entre el volumen de datos a máxima velocidad y el precio.
Además, tecnologías como las videollamadas o las llamadas de voIP, dependientes en exclusiva de la conexión de red para asegurar la calidad de las comunicaciones, son cada vez más comunes.
Y a todo este escenario hay que sumarle otro gran problema que persiste en el sector de las telecomunicaciones nacional: salvo contadas excepciones, la mayor parte de los operadores móviles virtuales siguen sin tener acceso a cobertura 4G.
A la caza del punto WiFi
Cada vez más comercios y establecimientos ofrecen acceso a WiFi gratis a sus clientes, conscientes de que ese café que han pedido puede ser una excusa para consultar sus perfiles sociales o hacer una llamada por Skype sin preocuparse por el consumo de su plan de datos móviles.
Hablamos, en todo caso, de negocios particulares, y aunque la Administración está dando pequeños pasos, sobre todo a nivel local, todavía queda mucho por hacer para considerar a España un país conectado.

Tener acceso a una buena red WiFi es algo que requieren muchos usuarios a diario.
Todo son promesas
Es lógico que, por cuestiones técnicas y de seguridad, la implantación de un router WiFi en un avión sea una inversión compleja de llevar a cabo (otra cosa es el precio que ponen la mayor parte de las aerolíneas, desorbitado); pero sorprende que en un medio de transporte como el AVE, en el que la media de precio de un billete ronde los 60 euros por trayecto no se ofrezca conexión a Internet.
Sobre todo cuando se tiene en cuenta que en determinados trayectos, como el que une Madrid y Barcelona, buena parte de los pasajeros son hombres de negocio que trabajan durante el viaje. Un recorrido de menos de dos horas y media en el que hay tramos sin cobertura por culpa de, entre otros factores, los continuos túneles.
Ahora que estamos en año de elecciones (cómo no), la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha anunciado una inversión millonaria con la que ofrecer WiFi tanto en el AVE como en las principales estaciones de Cercanías a finales de 2015.
En la misma línea, la candidata del Partido Popular al Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, ha lanzado a través de Twitter una clara pregunta a los ciudadanos de la capital: «¿Qué os parecería tener WiFi gratis en todo Madrid?».
Estoy considerando implantar wifi gratuito en todo Madrid. ¿Qué os parecería?
— Esperanza Aguirre (@EsperanzAguirre) Mayo 12, 2015
Una promesa electoral en toda regla que consigue aunar un concepto tan efectivo de cara al público como la gratuidad y un atractivo tecnológico como la conexión a Internet permanente. Cumplirla o no, será otra historia.
El antecedente malagueño
En 2011, la Audiencia Nacional impuso una sanción de 300.000 euros al Ayuntamiento de Málaga por prestar WiFi gratis en sus edificios públicos sin inscribirse como proveedor de Internet en el registro de la extinta Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).
Un mero trámite burocrático que, sin embargo, no todos están dispuestos a asumir, por lo que la justicia estableció para esos casos un límite de 256Kbps para cualquier red WiFi pública.
Un detalle del que, quizás, convendría destacar si tenemos en cuenta con con esa velocidad de conexión, servicios como las llamadas de voIP o subir un archivo multimedia a nuestro perfil de Facebook puede ser inviable.

El escándalo de Gowex dañó la imagen de España y sus órganos de control
El varapalo de Gowex
Hablar de WiFi público gratuito implica hablar del caso Gowex, la empresa que logró engañar a toda España falseando sus cuentas y que puso fin a ese objetivo de una red de acceso a Internet pública y sin coste adicional para el usuario.
La compañía llegó a firmar un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid para ofrecer WiFi gratis en las principales estaciones de Metro como parte de su proyecto de alcanzar una Ciudad WiFi inteligente.
Lo único que consiguió Gowex fue, en cambio, dejar a más de uno con cara de tonto.
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