[Llamada de atención] La prestigiosa publicación lanza la 1ª portada de 2014
‘The New Yorker’ capta la nueva realidad tecnológica
Nuestros recuerdos van ligados a nuestros móviles más que al momento en sí.
02/01/2014.- «All Together Now» (todos juntos ahora). Bajo este título llega a Internet la 1ª portada de 2014 de la revista The New Yorker, obra del artista Chris Ware.
En la ilustración de su 1ª página se puede ver una obra de teatro en un colegio estadounidense, en la que los padres de los niños no pierden tiempo y graban y sacan fotos a sus hijos con sus teléfonos móviles. Un fiel reflejo de la sociedad tecnológica en la que vivimos, en la que nuestros recuerdos van ligados a lo que grabamos con estos dispositivos más que al momento en cuestión.
Bajo este punto de vista crítico el propio Ware analiza su obra: «Deberíamos otorgar a Steve Jobs la patente de convertir el universal gesto humano de mirar por encima de nuestra cabeza para tratar de recordar algo en lugar de rebuscar en nuestro bolsillo».
Para esta portada, el ilustrador se inspiró en una frase de El libro de la selva: «Los hijos de uno son más importantes que los hijos de otros… Todo el mundo sabe eso». Al escucharla, se dió cuenta de que los recuerdos que alberga sobre su hija son los de las fotos que tomó, no del tiempo que pasó con ella.
Ware quiere, con esta imagen, lanzar un mensaje claro: «Cuanto más entreguemos de nosotros mismos a estos dispositivos, menos trabajaremos nuestras mentes, y lo que es peor, quizás incluso concomitantemente, más mimaremos y codiciaremos estos dispositivos […] Los gestos necesarios para hacer funcionar nuestra nueva generación táctil de la tecnología son molestamente similares a las caricias».
No es la primera vez que The New Yorker dedica sus portadas a la influencia de la telefonía móvil en la sociedad, como nos recuerda el blog de David Martínez. Una muestra clara de cómo nuestro día a día ha cambiado (para bien o para mal depende del punto de vista) por la tecnología.
En cuaquier caso, surgen 2 preguntas: ¿Podremos cambiar esta realidad? ¿Tenemos aquí un nuevo propósito para 2014?