¿Imagináis el teléfono integrado en vuestra ropa? En unos años podría ser real
Imaginando los móviles del futuro
Recopilamos las principales predicciones de los expertos sobre la telefonía que nos espera.

Aunque ahora suene a ciencia ficción, las funcionalidades de nuestros móviles serán impresionantes.
07/01/2014.- Jugar a ser vidente tiene sus riesgos. Sobre todo si se trata del ámbito de la tecnología, en el que las predicciones suelen ser un cóctel inestable de datos reales, imaginación y hasta deseos personales. ¿Cuántas veces se habrá dicho que en un determinado número de años tendríamos coches voladores? Porque de momento Michelín y compañía siguen haciéndose de oro…
Esto, sin embargo, no quita que podamos asomar la cabeza hacia el futuro para tratar de ver qué es lo que nos espera en un futuro no tan lejano. ¿Cómo serán los móviles dentro de 6, 7 u 8 años?
Puede parecer poco tiempo, pero en un sector como el de la telefonía, en el que todo se mueve tan deprisa, podríamos sorprendernos de los dispositivos que tendremos en nuestras manos por esa época. Y eso si tenemos algún dispositivo…
Con las manos vacías
Comentaba recientemente el investigador español del MIT, Tomás Palacios Gutiérrez, que el teléfono móvil tal y como lo entendemos en la actualidad “va a desaparecer”, ya que estará “integrado en nuestra ropa y cuando queramos hacer una llamada, la electrónica, que estará introducida en la ropa, lo identificará y conectará con el ordenador correspondiente».
La nanotecnología será responsable de que ya estemos hablando de conceptos como wearable technology; o lo que es lo mismo, tecnología de vestir, totalmente integrada en nuestras prendas e, incluso, sobre la propia piel. Samsung ya ha confirmado en diversas ocasiones cómo imagina el futuro tecnológico, llegando a mostrar parches que, situados sobre nuestra muñeca, nos indican en el teléfono las condiciones vitales y si debemos, o no, concertar una cita con el médico.
Ciencia ficción que puede ser realidad
Puede sonar a auténtico disparate, pero, ¿os imagináis el micrófono del móvil tatuado en el cuello? Motorola ya cuenta con una patente que funcionaría con tecnología Bluetooth, NFC u otras tecnologías wireless, aunque es evidente que ese sería el detalle más irrelevante llegados a ese punto.
Nuestro móvil ya no está solo. La llegada de gadgets como los smartwatches o las Google Glass ponen de manifiesto que llegará un momento en el que hablar de pulgadas para referirnos al tamaño de la pantalla de nuestros dispositivos dejará de tener sentido.
En declaraciones a El Economista, Eloy Fustero, director de marketing y desarrollo de negocio de Qualcomm en España y Portugal, ve en el móvil «el 6º sentido digital, el puerto de acceso al mundo virtual; un dispositivo siempre conectado con todo y con todos». Y con este vídeo conceptual, sus palabras quedan más claras.

El futuro pasa por la total interacción con el entorno. Si por ahora es la tarjeta de crédito la que tiene los meses contados, en unos años bien puede ser nuestro pasaporte o la llave para entrar en casa.
La voz y la retina tomarán las riendas en cuanto a seguridad, y si a finales de los 70 los hologramas de La Guerra de las Galaxias nos dejaron con la boca abierta, llegará el día en que hablaremos con nuestra prima la del pueblo como si de la mismísima Princesa Leia se tratara.
El presente elevado a la enésima potencia
Cuando el 4G aún se encuentra en una fase de expansión, ya hay compañías (como Huawei) invirtiendo cientos de millones en el desarrollo de una red 5G que espera poder comercializarse en el año 2020. Su velocidad máxima será impresionante: 10Gbps. En otras palabras: 100 veces más rápidas que el actual 4G.
Según el último Mobility Report de Ericsson, en 4 años se espera que el número de usuarios intensivos de smartphones en todo el mundo ascienda a más de 4.500 millones. ¿Cómo gestionará la industria de las telecomunicaciones un volumen de datos de esta magnitud?
El almacenamiento en la nube tendrá mucho que decir a este respecto. Si hace 6 años apenas se había oído hablar de él y hoy podemos albergar una cantidad considerable de GB, imaginad su potencial.
Otro de los quebraderos de cabeza de los usuarios al que se espera poner remedio en el futuro será el de la duración de la batería. Más nos vale, porque si realmente aspiramos a que nuestros dispositivos puedan gestionar todas estas capacidades con las que ya estamos soñando, será necesario encontrar un buen equilibrio para exprimir al máximo cada milivatio. Y todo ello reduciendo el tiempo de carga y sin poner en juego aspectos como el diseño.
¿Veremos todos estos avances antes de 10 años? No lo sabemos. ¿Ocurrirá antes de lo que pensamos? Seguro.
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