Las alternativas son usar un power bank o recargar la energía con el equipo apagado

Los puntos públicos para cargar la batería, nueva puerta de entrada para los virus

El cable, además de para dejar pasar la corriente, también sirve para intercambiar datos con el teléfono.

Hay que tomar precauciones a la hora de cargar la batería del móvil en cualquier parte. Los puntos públicos pueden contagiar un virus al smartphone.

Es una situación que se repite en cualquier parte. La batería del móvil se acaba y no hay un enchufe y/o cargador a mano. Los nervios comienzan a apoderarse cuando emerge un punto público de carga donde darle autonomía al smartphone.

El cable de carga también sirve para intercambiar archivos con el smartphone

¿Quién se puede resistir a conectar el cable a este tipo de puntos que cada vez son más comunes en aeropuertos o servicios de transporte público o locales de todo tipo? Sin embargo, antes de proceder lo mejor es pararse a pensar si merece la pena asumir el riesgo, porque el puerto micro USB puede ser la llave de acceso de malware o virus, tal y como advierten desde El Confidencial.

«Es tan poco recomendable como conectarse a una red inalámbrica desconocida«, asegura Lorenzo Martínez, director técnico de Securízame a este diario digital. ¿La razón? «El cable utilizado sirve tanto para cargar como para extraer datos«, añade David Sancho, experto en ciberamenazas e investigador de Trend Micro.

Y así, cualquier amigo de lo ajeno se puede aprovechar de esta coyuntura con anzuelos como mensajes que aseguran aumentar la velocidad de carga, pero que en realidad tienen otro objetivo muy distinto. «Ahí deberíamos sospechar, y mucho», aclara Lorenzo Martínez.

Este simple gesto puede ser el inicio al contagio de malware en un smartphone.

Virus en puntos públicos de carga: la seguridad de los datos personales queda en entredicho

La amenaza, también en los coches de alquiler. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos advirtió ya hace unos años de los peligros de conectar nuestro móvil a los cargadores o el Bluetooth en las nuevas plataformas de alquiler de coches compartidos. La razón es que los datos pueden quedar grabados en el automóvil, por lo que después de usar el servicio es aconsejable borrar cualquier dato personal.

Para evitar sustos conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones. El propio David Sancho señala que es «fundamental» cargar el dispositivo móvil cuando esté apagado. De este modo, se evita cualquier transferencia de archivos durante el proceso de carga.

Sin embargo, si esto no es posible, hay que prestar atención a si el móvil está solo en modo carga o bien si aparece en la barra de notificaciones el icono de USB. Esto es probable que suceda si habitualmente hemos conectado nuestro móvil al ordenador, ya que es probable que el modo MTP, la manera para transferir archivos al PC, esté activado.

Aun así, existen más alternativas para evitar llevarnos un susto. Por eso los expertos recomiendan contar con una batería externa o power bank con la que poder evitar tener que acudir a puntos públicos de carga.

Estos accesorios no son la única alternativa. En la actualidad también existen adaptadores que actúan a modo de profiláctico. De hecho, se conocen como condones USB y actúan como intermediario entre el cable USB y el punto de carga. Así, el adaptador corta el flujo de datos, pero deja correr la corriente de carga.

Malware de todas las formas y colores

El smartphone es el almacén de miles de datos personales: fotos, vídeos, contactos, información bancaria… Un dulce caramelo para cualquier amigo de la ajeno. Y lo cierto es que hay que andarse con mucho ojo para no caer en ninguna red de malware porque las amenazas están muy presentes y se pueden manifestar de diversas formas.

Virus Loapi

El virus Loapi secuestra el smartphone para minar criptomonedas, lo que, al cabo de un tiempo, acaba dañando físicamente el dispositivo.

No solo secuestrando los datos del usuario afectado, sino también destrozando físicamente el propio móvil, literalmente. Es el caso de Loapi, un virus que además de instalar aplicaciones y añadir publicidad está programado para minar criptomonedas, lo que ocasiona que el procesador del smartphone trabaje el punto de que se sobrecaliente y la batería se deforme, lo que puede afectar también a la carcasa y la pantalla.

Ante tantas amenazas que rodean a los smartphones cabe preguntarse dónde se encontrará y como se camuflará la próxima y estar atentos para sortearlas.

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Sobre el autor

Álvaro Ballesteros

Dedico mis palabras en escribir artículos sobre tecnología y telecomunicaciones. Fiel seguidor de la combinación entre el café y el modo avión.

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