Propuesta del primer ministro británico tras los atentados de París
¿Prohibir apps como WhatsApp a cambio de más seguridad?
La encriptación de estas plataformas dificulta la interceptación del contenido a los servicios de inteligencia.

David Cameron tiene claro qué apps deben ser ‘sacrificadas’ por el bien de la seguridad.
13/01/2015.- La seguridad tiene un coste. Esta afirmación llegó a un nuevo nivel tras los atentados del 11-S, y el ataque terrorista perpetrado recientemente en París ha vuelto a traer este interminable debate. Esta vez, de la mano del primer ministro británico, David Cameron, que ha propuesto prohibir todos los servicios de mensajería instantánea encriptada.
Es decir, no permitir el uso de aplicaciones como WhatsApp, iMessage, SnapChat o Telegram, tan utilizadas por la mayor parte de la población. Según recoge EFE, Cameron se plantea si en Reino Unido «¿queremos permitir que un medio de comunicación entre personas, que incluso en caso de urgencia, con una orden firmada personalmente por el ministerio del Interior, no podemos leer? No podemos permitirlo».
El primer ministro ha explicado que, a diferencia de otras formas de comunicación como las llamadas telefónicas o la mensajería a través de protocolos de Internet, que sí cuentan con sistemas de cifrado, los servicios móviles de mensajería instantánea dificultan la labor de los servicios de inteligencia, que no tienen capacidad para interceptar el contenido de los mensajes de los usuarios.
Cabe recordar la particular situación política que vive Reino Unido actualmente, que el próximo 7 de mayo afrontará unas nuevas elecciones en las que, si Cameron gana, promete crear «una normativa exhaustiva que garantice un lugar seguro donde comunicarse».
Por otra parte, desde el punto de vista legislativo, la actual legislación sobre acceso a las comunicaciones privadas expira en 2016, lo que permitiría al Gobierno tomar cartas en el asunto para garantizar que los terroristas no tengan «un espacio seguro para comunicarse entre ellos».
Apps más seguras
El debate surge en un momento en el que plataformas como WhatsApp, en el blanco de las críticas por sus laxos protocolos de seguridad, han ido mejorando para garantizar un servicio más seguro a sus usuarios.
Con esta propuesta sobre la mesa, queda por ver si aquellos gobiernos decididos a tomar medidas tan drásticas se sentarán a negociar con estas compañías para tratar de llegar a un acuerdo que, ante todo, respete la privacidad de los ciudadanos.
La gran duda, en cualquier caso, es si los usuarios estaremos dispuestos a sacrificar servicios de este tipo por disponer, en teoría, de una mayor seguridad.
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