Muchos usuarios reportan problemas por el uso de estos complementos
¿Conviene usar un adaptador de tarjeta SIM?
La garantía de los fabricantes no cubre los daños provocados por «accesorios no aprobados».

Los adaptadores de tarjeta SIM pueden salirnos muy caros.
04/11/2014.- SIM normal, nano, micro… Cada smartphone es un mundo, y cambiar de terminal puede implicar, también cambiar de formato de tarjeta SIM.
En este contexto, los adaptadores de tarjetas se han popularizado muchísimo y se pueden encontrar en cualquier tienda de telefonía móvil. Económicos, y muy convenientes, no parecen ser, sin embargo, la mejor alternativa dadas las quejas que los usuarios están denunciando en la Red y de las que medios como Celularis se hace eco.
Porque, como reza el refranero, lo barato sale caro, y estos adaptadores de tarjeta SIM, aunque a simple vista parecen funcionar perfectamente, a la larga pueden dar problemas. Su superficie, al no ser tan lisa, aumenta el riesgo de que el ‘lector’ de la tarjeta deje de funcionar al tener que forzar el mecanismo para introducir o sacar la SIM con el adaptador.
Un daño que no cubre la garantía
Si eso pasara, nuestro teléfono móvil no reconocerá ningún tipo de tarjeta SIM, lo que sólo deja la alternativa de la reparación.
¿El problema? Que este tipo de incidentes no está cubierto por la garantía del equipo, al haberse producido por utilizar «accesorios no aprobados por el fabricante». Es decir, que o pagamos por el arreglo (que no saldrá barato), o nos tocará renovar el móvil.
¿Qué hacer entonces?
Aunque sea una opción cómoda y barata, conviene leer las reviews que los usuarios hacen de los adaptadores de tarjetas SIM, porque no todos son iguales; y lo cierto es que podemos encontrar alternativas de calidad.
Otra solución podría ser, en caso de pasar a una tarjeta de menos tamaño (nano o micro), ir a una tienda de telefonía para que nos la corten, aunque también hay usuarios que han tenido problemas en este caso.
La mejor decisión, sin duda, es contactar con nuestra operadora para hacer un duplicado de la tarjeta SIM y que nos den una del tamaño que necesitemos. Eso sí, dependiendo de la compañía, esta opción puede conllevar un coste y conviene tener en cuenta que se pierden los datos almacenados (normalmente los contactos) en la tarjeta SIM que se desecha, aunque es posible copiarlos previamente a la memoria del teléfono.