Más de 170€ de alta, un mínimo de 15€ de alquiler, hasta 59 céntimos por minuto...
El prohibitivo precio de la telefonía móvil hace 25 años
Hace un cuarto de siglo MoviLine ofrecía una serie de tarifas y teléfonos móviles que no estaban al alcance de cualquier bolsillo. ¿Cómo y cuáles eran?

Hace cinco lustros la telefonía móvil tenía un aspecto muy diferente al actual. Aun así todavía es posible encontrarse algunos resquicios de aquella época…
El mercado de la telefonía móvil avanza a pasos agigantados. De un año para otro las tarifas de un mismo operador han podido cambiar en varias ocasiones. Y si hablamos del segmento de smartphones, los cambios también resultan palpables con las constantes actualizaciones del sistema operativo, la incorporación de prestaciones como sensores, mejoras en las cámaras, procesadores más potentes… ¿Qué nos encontramos si echamos la vista atrás nada menos que 25 años?
En España la historia de la telefonía móvil no se entendería sin MoviLine. Esa fue la enseña utilizada para su servicio de telefonía móvil analógica de la que, por aquel entonces se conocía Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE). Actualmente la empresa simplemente es Telefónica y utiliza otra marca, Movistar, para englobar todos sus servicios (no solo móviles, sino también banda ancha fija, televisión de pago…)
En honor a la verdad, la marca MoviLine se introdujo en 1993, pero el servicio arrancó unos años antes, en 1990, como Telefónica Servicios Móviles o TS1.
Este anuncio publicado en varios periódicos de hace un cuarto de siglo, y rescatado de la hemeroteca por el blog La cabeza llena, permite conocer cómo era la telefonía móvil en 1993. O, como mínimo, conocer, cuáles eran los teléfonos que había en ese incipiente mercado y cómo eran las tarifas en aquel momento.
Coste de alta, cuota mensual… Así eran las tarifas móviles en los años 90

Esta tabla resume las tarifas de MoviLine en 1993. No incluyen el IVA, que hace 25 años era del 15%.

Así es la prehistoria de la telefonía móvil en España.
En 1993 MoviLine disponía de tres planes diferentes. Todos eran de contrato, o como se los denominaba entonces, Abonos. En aquel año todavía no existía el prepago (cuando llegó a MoviLine lo bautizaron como Óptima).
A la hora de contratar alguna de estas tarifas era necesario pagar un alta inicial, que en los tres casos era de 28.750 pesetas, lo que hoy serían 172,79 euros incluyendo el 15% de IVA que se aplicaba ese año. Este concepto solo se pagaba una vez, aunque se podía fraccionar en tres plazos.
Además de esta importante barrera de entrada, el cliente también debía abonar una cuota mensual. Pero el concepto es distinto al que conocemos hoy en día.
En la actualidad cualquier tarifa de contrato cobra una determinada cantidad mensual a cambio de una serie de servicios: un bono de minutos o llamadas ilimitadas e Internet móvil. Sin embargo, este concepto en 1993 no incluía nada (a excepción del Abono Especial, que incluía las primeras 17.250 pesetas de consumo -103,67 euros-). Es decir, era una cuota fija a la que se sumaba el precio de todas las llamadas.
El Abono personal salía por 2.530 pesetas (15,21 euros): el General, 5.175 pesetas (31,10 euros); y el Especial, 20.700 pesetas (124.41 euros).
Y, por último, había que pagar el precio de las llamadas (en 1993 no había otros servicios como mensajes de texto o Internet móvil). ¿Y cuáles eran las tarifas? MoviLine tenía dos opciones: Normal y Reducida. La primera se aplicaba de lunes a viernes, de 8:00 a 21:00 y la más económica, el resto del tiempo.
Establecimiento de llamada: Así hemos cambiado… A peor
El coste por minuto de las llamadas era muy elevado. En la tarifa Normal, el precio por minuto era de 58,65 y 97,75 pesetas (35,25 céntimos y 58,75 céntimos de euro al cambio, respectivamente), dependiendo del tipo de abono escogido (General o Personal).
Y lo que llamaban tarifa Reducida salía a 39,10 pesetas, 23,49 céntimos de euro al cambio. En 1993 no existían bonos de minutos, ni mucho menos conceptos como llamadas ilimitadas.
Y además del alto precio por minuto, también era necesario pagar por el establecimiento de llamada.
Lo cierto es que, aunque el mercado ha cambiado drásticamente en estos 25 años, este concepto sigue estando hoy muy presente. Y, de hecho, ha empeorado considerablemente. En los noventa el precio de que descolgasen el teléfono era de 23 pesetas (13,82 céntimos de euro al cambio). En la actualidad los grandes operadores cobran más del doble: 30 céntimos por el canon de conexión.
Establecimiento de llamada y cuota de línea fija: Los peajes de la telefonía
La inmortalidad de Motorola, Nokia, Alcatel y Sony

En 1993 no existían los smartphones. Este anuncio muestra una decena de teléfonos móviles con unos precios que oscilan entre las 91.885 pesetas (552,24 euros) y las 166.750 pesetas (1.002,19 euros).
Si sorprende el coste de las tarifas móviles de MoviLine, el precio de los teléfonos móviles de aquella época también son para llevarse las manos a la cabeza. A día de hoy sorprende que haya ciertos smartphones que superen la barrera de los 1.000 euros, como es el caso del iPhone X, que sale por 1.159. Hace 25 años el Panasonic Serie I salía por 166.750 pesetas, 1.002,19 euros al cambio.
Entre los diez móviles que aparecen en este anuncio de MoviLine figuran muchas marcas que no han sobrevivido al paso del tiempo: Ericsson, Nec, Telyco… En realidad han desaparecido más de las que quedan porque en la actualidad. Solo cuatro (Nokia, Alcatel, Motorola y Sony), continúan al pie del cañón 25 años después. Y siendo puristas, ninguno de los fabricantes de este cuarteto es el mismo de entonces, ya que todos han cambiado de dueños en algún momento durante este tiempo.
¿Cómo será la telefonía móvil en 2043?
Nota: los precios indicados en este artículo incluyen los impuestos indirectos de 1993 (15% de IVA), pero no contemplan el efecto de la inflación que han sufrido durante estos años. No obstante, el post en el que está inspirado, sí tiene en cuenta esta variable.
De escandalosas nada, tenían (según la tabla que ponéis) un establecimiento de 12 céntimos y un precio por minuto de 30 céntimos, 20 en tarifa reducida. Más IVA. Ahora tenemos un establecimiento de 30 céntimos y un precio por minuto de 6 céntimos.
Hola Pedro,
Más allá del precio del establecimiento de llamada, que en el texto explicamos que se ha incrementado notablemente durante estos años, y del precio por minuto (casi 60 céntimos entre las 8 de la mañana y las 9 de la noche de los días laborables), hay que tener en cuenta otros muchos factores que también se explicitan.
Es el caso de la cuota de alta (que suponía pagar más de 170 euros); una cuota mensual de más de 15 euros en el mejor de los casos (y que no incluía ningún tipo de consumo) y el coste de un teléfono móvil que, como mínimo, costaba más de 500 euros.
Saludos
En aquellos años tener móvil era todo un lujo que solo se podían permitir los politicos y los empresarios. He cogido la calculadora y el primer año si se suma el precio del móvil más barato + el alta + las cuotas del contrato más barato había que pagar más de 900 euros. Y a eso habría que ponerle el precio de las llamadas que se hicieran. Y que hay que tener en cuenta que 900 euros de 2018 no son lo mismo que 900 euros de 1993 (o su equivalente en pesetas)!!!
Mi primer teléfono era un Motorola personal phone. Con 18 años en 1995. Cobertura muy buena, la hecho de menos. Hablabas en un garaje el tercera planta. Gracias por el post.