La operadora, presuntamente, compraba tráfico internacional sin pagar IVA
Ono podría haber defraudado 60 millones de euros
La cableoperadora ocultó a Vodafone que Hacienda les había abierto un expediente.

El presunto fraude de Ono habría servido no sólo para ahorrar 60 millones en impuestos, sino también para engordar su valor de cara a su reciente venta.
16/09/2014.- Fraude masivo. Esa es la acusación que le hace el Ministerio de Hacienda a Ono, actualmente propiedad de Vodafone. Aunque los presuntos hechos delictivos investigados se remontan a tiempo atrás, antes de que comenzase la operación de compra de Cableuropa.
El Ministerio de Cristóbal Montoro cuantifica nada menos que en unos 60 millones de euros (cifra a la que habría que sumar la correspondiente sanción económica en caso de que quede demostrado el delito) por no declarar el impuesto sobre el valor añadido (IVA) en uno de los departamentos de compra y venta de tráfico de llamadas de Ono.
Tal y como recoge El Confidencial, Hacienda lleva varios meses investigando a la cableoperadora por unas presuntas irregularidades y le comunicó la apertura de un expediente el pasado mes de junio, precisamente cuando Vodafone estaba a la espera de la aprobación regulatoria de la Comisión Europea para concluir la compra de Ono, algo que se produjo a finales de julio.
Sin embargo, según publica este mismo medio, los responsables de Ono no comunicaron estas circunstancias a Vodafone.
Entramado societario
Para llevar a cabo este fraude Hacienda considera que Ono se servía de una trama de sociedades que compraban y vendían tráfico internacional y cuyas operaciones no están recogidas en el balance de la empresa.
Varias filiales facturaron 250 millones de euros que Ono hacía aflorar en los momentos en los que necesitaba incrementar sus ventas o beneficios operativos para conseguir, por ejemplo, una mayor valoración de la compañía de cara a su venta.
Vodafone pagó 7.400 millones de euros por Ono y no fue la única empresa que pujó por ella. De hecho, hasta el último momento los accionistas de Cableuropa estuvieron sopesando la posibilidad de empezar a cotizar en la Bolsa de Madrid.
En el momento en el que Ono recibió la notificación de la apertura del expediente, 3 de los 4 trabajadores que presuntamente son los ejecutores del fraude firmaron una baja voluntaria. El otro empleado continúa trabajando para Vodafone.
Por su parte, la operadora roja ha contratado a Deloitte para estudiar la situación y esclarecer qué ha pasado en Ono. También ha puesto el caso en manos del bufete de abogados DLA Piper que, llegado el caso, actuará judicialmente contra los responsables.