Llegó a nuestro país con el objetivo de ser el 4º operador
El gran fracaso de Kpn en España
Simyo ha ido ‘absorbiendo’ a los clientes de todos los virtuales que se han quedado por el camino.

Los planes de Kpn no fueron, desde luego, según lo esperado en el mercado español.
Kpn, el gigante holandés de las telecomunicaciones, llegó a nuestro país allá por 2008 con un objetivo bien claro, pero no sencillo de lograr: convertirse en el cuarto operador de telefonía móvil en España, por delante de Yoigo.
El Movistar de Holanda aterrizó aquí con una enseña bien conocida por todos a día de hoy, Simyo. Uno de los primeros virtuales del mercado nacional que, además, llegaba con el apoyo de una gran multinacional.
La aventura de Kpn prometía y, poco a poco, no solo fue lanzando nuevas marcas, como Blau y Ortel Mobile, sino que actuó como facilitador de OMV; dinamizando un sector que llegó a contar con un abanico de alternativas para el consumidor difícil de imaginar hasta entonces.
Y no es que hablemos de nombres menores. Compañías como Jazztel hicieron uso de la plataforma de Kpn para operar el segmento móvil; y marcas tan potentes fuera del mercado de la telefonía como Vueling o Bankinter confiaron en los servicios de la firma holandesa para llevar a cabo su incursión en un negocio que prometía grandes beneficios.
Sin embargo, los planes no dieron los resultados esperados. El anuncio del cierre de Bankinter Móvil pone punto y final a una etapa en la historia de las telecomunicaciones en España. El OMV de la entidad bancaria llevaba tiempo sin estar ligada a Kpn, pero era la única reminiscencia de su ambicioso proyecto en España.
La Kaída de un Imperio
Un proyecto que comenzó a derrumbarse poco a poco; como suele suceder en estos casos. Proyectos tan sonados como Movi-Barça, 40 Móvil, El móvil de Cuatro o Vuelingmóvil no llegaron ni a ver la luz o cayeron en el olvido tras su paso por el mercado haciendo escaso ruido.
Hasta las marcas propias de la compañía tuvieron que seguir el mismo camino. Así ocurrió con Ortel Mobile, que fue vendida a su country manager a principios de 2013 (aunque finalmente cesó su actividad a finales de ese mismo año). Blau, por su parte, fue integrada en la cartera de clientes de Simyo.

Blau fue de las pocas marcas propias de Kpn en España, aunque sus mascotas no tardaron en volver a ser guardadas en el ‘cajón’.
Precisamente, no sería hasta el año 2012 cuando se confirmaría el fin de la aventura de Kpn en España. A finales de ese año fue cuando se confirmó la compra de Simyo por parte de Orange. 380.000 clientes a los que el grupo tuvo que decir adiós por 30 millones de euros. Quedaba claro, así, que su apuesta por el mercado español había caído en saco roto.
Simyo: ¿Éxito o fracaso?
El actual OMV de Orange fue de los pocos que se benefició del cierre de algunas de las compañías mencionadas anteriormente. La compañía sirvió a Kpn de receptor de los usuarios de Vuelingmóvil, 40 Móvil, Blau o, más recientemente, Bankinter Móvil.
Hace poco, Simyo celebraba el haber llegado a los 600.000 clientes y ser una de las compañías con mejores resultados de portabilidades en los últimos meses.

El lanzamiento de Simyo Francia fue gestado desde España, aunque Kpn decidió venderla antes que a su hermana española. El operador cesará sus actividades en el país galo en noviembre de 2015.
Unos datos merecidos que, sin embargo, merecen ser analizados con cierta perspectiva si tenemos en cuenta los planes originales que Kpn tenía para esta marca.
Sí, Simyo es hoy por hoy uno de los principales OMV en España; capaz de retar en ganancias de clientes a gigantes como Jazztel u Ono. Con todo, en 2008 nació con el objetivo de superar a Yoigo, algo que, al menos de momento, no parece que vaya a suceder.
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