La CNMC también puso la cruz a estos aparatos en su último informe
El Gobierno condena de muerte a las cabinas telefónicas
El Ejecutivo prevé aprobar un decreto por la que exime a Telefónica de continuar prestando este servicio de forma obligatoria.

La última llamada de las cabinas telefónicas llega a su fin…
El fin de las cabinas telefónicas en España se aproxima. Es un proceso que parecía inevitable desde hace varios años, pero tras varias prórrogas, esta vez sí que está cerca de certificarse. No hay marcha atrás: se acabaron los indultos temporales.
Las cabinas que sí son rentables podrían seguir existiendo
Es lo que está por llegar, según el decreto ley que ultima el Gobierno para que estos aparatos, así como las guías telefónicas, dejen de considerarse como un servicio público universal, según recoge El Independiente.
La aprobación del texto es inminente, por lo que ya no se convocarán más concursos públicos para que una empresa se encargue de ellos. Desde el 31 de diciembre, fecha en la que expira el contrato con Telefónica, compañía encargada de velar por su supervivencia de las cabinas y que pierde tres millones de euros cada año por esta obligación, ya no tendrá que seguir manteniendo este servicio deficitario.
Pero el proceso para su eliminación del mobiliario público no será inmediato. De hecho, su desmantelamiento será paulatino y se espera que se mantengan unas pocas cabinas que todavía resultan rentables en algunas ciudades de España.
Los datos que sentencian a su fin a las cabinas telefónicas en España

Las guías telefónicas tienen el mismo destino. Al igual que las cabinas, los listines telefónicos también tienen encima una sentencia de muerte. El año pasado solo se enviaron 50 guías impresas en toda España.
La extinción de las cabinas telefónicas, que llegaron a gozar de plena salud en 1999, cuando había instaladas 55.000 aparatos públicos en toda España, responde a varios factores.
El primero, y más relevante, atiende a la omnipresencia presencia del teléfono móvil. Según informan desde el mismo diario existen 53 millones de líneas móviles en España, una realidad que inevitablemente afecta directamente al escaso uso que se realiza desde los teléfonos públicos.
Aun así, según datos de Telefónica existen más de 16.000 cabinas instaladas a lo largo y ancho del territorio nacional. Y se estima que se realizan unas 700.000 llamadas al mes, es decir, un promedio de una sola llamada por aparato y día. Y eso que desde algunas cabinas hay muchos días en los que no se descuelga el auricular.

La popularización del móvil ha terminado convirtiendo a las cabinas telefónicas en un trasto del pasado.
Fin a la agonía de las cabinas telefónicas
La aprobación por parte del Gobierno de Pedro Sánchez del nuevo decreto ley es la prolongación de uno de los últimos informes elaborados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a petición de la Dirección General de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información.
En el estudio, Competencia contempla la supresión de la obligación de mantener las cabinas y guías telefónicas de uso público. De hecho, el organismo regulador ya había propuesto su eliminación al constatar el progresivo abandono en términos de tráfico de llamadas, ingresos y distribución territorial de su uso. Una conclusión para la que se basaban en dos gráficos: uno que representa la evolución de negocio de las cabinas y otro, que refleja el coste neto de este servicio universal.
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