La aprobación dependería de la Comisión Europea
El cazador cazado: La posible OPA de Vodafone u Orange sobre Masmóvil
En un futuro no muy lejano el mercado español podría volver a ser testigo de una nueva absorción, lo que reduciría el número de grandes operadores de cuatro a solo tres.

En los últimos años Masmóvil se ha hecho grande tras haber cazado a Yoigo, Pepephone y Llamaya. ¿Podría acabar en manos de Vodafone u Orange y convertirse así en el cazador cazado?
Las fusiones, compras y absorciones forman parte de la historia del mercado de la telefonía, tanto en España como en el resto del mundo. La última gran operación, valorada nada menos que en unos 120.000 millones de euros, es la fusión entre los operadores estadounidenses T-Mobile y Sprint con el fin de impulsar el 5G en este país.
Y en nuestro país también se lleva produciendo un importante movimiento de concentración en los últimos años. Arrancó en 2014 con la compra de Ono por parte de Vodafone; continuó con la adquisición de Jazztel en el caso de Orange; y, más adelante, permitió que un pequeño OMV como Masmóvil se transformase en el cuarto operador a base de fusiones y absorciones (Ibercom, Happy Móvil, Pepephone, Yoigo y Llamaya, entre otros).
Por último, también cable destacar la concentración de los cableoperadores del norte. El grupo Euskaltel actualmente está conformado por esta compañía vasca y, además, por el gallego R Cable y el asturiano Telecable.
Por qué se especula con que Vodafone u Orange puedan lanzar una OPA para hacerse con Masmóvil
Después de todos estos movimientos, ¿ha concluido la consolidación de este sector en España? Últimamente se especula con que el grupo Masmóvil podría acabar en manos de Vodafone o de Orange. Algo que, llegado este hipotético caso, reduciría la competencia de cuatro a tres OMR.
La idea parte de Expansión y numerosos medios especializados rápidamente se han hecho eco de esta posibilidad. La información que publica el diario económico apunta a que los accionistas, principalmente fondos de capital riesgo, del conglomerado amarillo esperan que la marcha en 2019 de la danesa Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia, allane el terreno para llevar a cabo una oferta pública de adquisición (OPA) por parte de uno de los grandes operadores.

Las posibilidades de escoger la pastilla azul (Movistar) son muy escasas mientras que la roja cuenta con muchas más opciones.
De hecho, este periódico se aventura a avanzar cuáles serían las opciones interesadas en engullir al grupo Masmóvil. Expansión prácticamente descarta a Telefónica tanto por cuestiones regulatorias como económicas. «Las posibilidades de que las autoridades europeas de Competencia le autorizasen una compra así son casi nulas. Por no hablar de las pocas probabilidades de que se embarcase en una operación que elevase su deuda en otros 3.000 millones, con lo que le está costando bajarla», señala.
Y consideran que las empresas que tienen más interés son Vodafone y Orange, por este orden y, sobre todo, por las sinergias que podrían aplicar. El diario explica que el cuarto operador le conviene más a la multinacional de origen británico porque «Orange ya es la receptora de mucho del dinero que genera Masmóvil a través de los contratos mayoristas por usar sus redes. Solo el contrato para alquilar la red móvil de Orange garantiza a ésta 367 millones hasta junio de 2021, a razón de 92 millones al año. Eso sin contar el uso de las redes de fibra».
¿Qué implica eso? Que si fuera Vodafone el que se llevase el gato al agua, «no solo recuperaría la segunda plaza en el sector, sino que la británica le quitaría muchísimos ingresos mayoristas a su rival francesa».
Sin embargo, Orange también tiene importantes bazas en esta partida. Siempre según las hipótesis que plantea Expansión, el interés de Masmóvil reside en que la filial española es el segundo mercado más importante para la multinacional gala y «solo» se gastó 3.400 millones en Jazztel, mientras que Vodafone tuvo que desembolsar más del doble por Ono (7.200 millones).
Finalmente, si se cerrase una operación de este tipo, el mercado volvería a encontrarse ante un panorama que, tal y como ha quedado patente tras las absorciones de Ono y Jazztel, han tenido su repercusión en el bolsillo de los clientes de los grandes operadores. El torrente de subidas de tarifas no ha parado desde entonces, lo que está permitiendo que Masmóvil se haya erigido como el contrapeso a las subidas de precio.
De modo que si uno de los grandes operadores se hiciera con el grupo Masmóvil para sacarlo de la competición, podrían beneficiarse aún más de lo que se conoce como market repair y que, básicamente, es que tendrían aún más vía libre para incrementar sus cuotas mensuales.
Y es precisamente por eso por lo que se abre un gran interrogante: ¿Podría intervenir la CNMC, el organismo que regula los mercados, para salvaguardar la competencia? Para tratar de responderla Movilonia.com se ha puesto en contacto con Competencia.
Competencia quedaría relegada ante lo que decidiera Bruselas
Ante una operación de tal envergadura (Masmóvil actualmente cotiza en Bolsa y su capitalización supera los 2.300 millones de euros), la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia señala que «se resolvieron por parte de la Comisión Europea».
Según explica el regulador español, «el análisis de concentraciones que realiza es previo a la ejecución de la operación. La Ley de Defensa de la Competencia establece un sistema para controlar las concentraciones que pudieran ser problemáticas y garantizar así el “fair play”. Es importante tener en cuenta que cualquier operación de concentración que se deba comunicar a la CNMC queda suspendida (con algunas excepciones) hasta que no haya sido autorizada».

Para poder aprobar una operación tan importante es necesario analizar con lupa el volumen de negocio y otras múltiples cuestiones.
Además, Competencia añade que este control es obligatorio si se cumplen una de estas dos condiciones. La primera es que «la empresa resultante adquiera o incremente una determinada cuota de mercado que en el supuesto general es del 30%». Y la segunda, que «se supere un determinado volumen de negocios». En este caso, la suma de la facturación de ambas en el último ejercicio supere los 240 millones. De modo que, tanto con Vodafone como con Orange se darían ambos supuestos.
Y en un supuesto caso como el que se plantea, «la operación puede tener dimensión comunitaria». Competencia resume: «A grosso modo podríamos decir que tiene que superar los 5.000 millones de cifra de negocios total a escala mundial y afectar a varios países europeos [algo que también sucede tanto con Vodafone como con Orange]. Entonces, tienen la obligación de comunicarla a la Comisión Europea y no a la CNMC o a otras autoridades nacionales».
Cuál es el procedimiento según la Ley de Defensa de la Competencia
La normativa para que pudiera llevar a cabo una concentración de este tipo plantea el procedimiento de control de una o dos fases. En la primera, que dura un mes como máximo de un mes, «se analizará la operación y se decide si la operación debe ser autorizada (con o sin compromisos) o si, por el contrario, exige un análisis más detallado». Competencia señala que la mayoría de operaciones se aprueban en esta fase.
En caso de que se detectasen problemas de competencia que requiriesen un mayor análisis, se pondría en marcha una segunda fase, que incluye «un análisis más minucioso todavía que incluye la consulta a terceros interesados. Se decide si la concentración debe ser autorizada sin más o si requiere que se apruebe sujeta a los compromisos que propone el comprador para que le autoricen su operación».
A pesar de todo la Comisión Europea no es muy partidaria de las fusiones entre operadores. Sin ir más lejos, en 2015 detuvo la alianza que pretendían alcanzar Telia y Telenor en Dinamarca. Y un año después ocurrió lo mismo con la adquisición de O2 por parte de Huthinson.

Por el momento, las fusiones en Europa entre empresas de telecomunicaciones están detenidas.
De ahí que los accionistas de Masmóvil esperan a finales de 2019, momento en el que Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia, termine su mandato. Albergan la esperanza de que la regulación sea más flexible a partir de entonces.
En cualquier caso, la posible OPA al grupo Masmóvil no se produciría hasta dentro de dos o tres años. Y, según apuntan algunas fuentes, esta posibilidad podría tratarse simplemente de un globo sonda para conocer el interés que podría llegar a despertar.
Mientras tanto, la compañía continúa creciendo a buen ritmo y para 2020 se ha marcado el objetivo de duplicar el Ebitda, -el beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones- del año pasado.
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