La Policía pide no difundir falsas informaciones que buscan generar alarma social
Los atentados de París alimentan bulos en WhatsApp
Estas aplicaciones siempre han sido caldo de cultivo de mensajes en cadena, a cada cual más surrealista.

Desde el pasado día 13, cuando tuvieron lugar los atentados, la Policía Nacional ha estado advirtiendo de la difusión de estos mensajes.
16/11/2015.- Para bien y para mal, WhatsApp se ha convertido en una de las principales vías de comunicación de la sociedad del siglo XXI. Tanto para situaciones cotidianas como para acontecimientos extraordinarios que queramos comentar con nuestros familiares y amigos.
Los atentados de París se han convertido en uno de los principales temas de conversación presentes en todos los medios de comunicación e informativos a nivel internacional y, cómo no, también han tenido eco en los chats de la popular aplicación de mensajería instantánea.
En este contexto se está dando la circunstancia de que algunos ‘graciosillos’ han decidido enviar mensajes en cadena a sus contactos informando de supuestas situaciones de emergencia en diferentes puntos de España por alerta terrorista, instando a la gente a evitar sitios concurridos.
Como es de esperar, se trata de informaciones falsas que lo único que generan es alarma social y desconocimiento en la población, que no siempre acude a fuentes oficiales para verificar si se trata de un bulo o no.
Así lo ha denunciado la Policía Nacional en sus perfiles sociales, instando a la gente a evitar difundir este tipo de mensajes que están lejos de transmitir la calma y serenidad tan necesarias en situaciones como esta.
Un llamamiento en el que se lleva insistiendo desde el mismo viernes 13, cuando se produjeron los citados atentados y que algún usuario de WhatsApp ha querido aprovechar para dejar volar su imaginación.
Cadenas irrompibles… y peligrosas
Desde tiempos inmemoriales (¿quién se acuerda del MSN Messenger?), las cadenas de mensajes con contenido de dudosa veracidad han estado entre nosotros. Los hay con más o menos gracia y más o menos repetitivas, pero muchas de ellas se aprovechan de situaciones puntuales para garantizar una mayor difusión.
Desde clásicos del tipo «van a empezar a cobrar más por WhatsApp» o «si no reenvías este mensaje a diez contactos ese fantasma se te va a aparecer a ti también» hasta ejemplos mucho menos ‘simpáticos’.
Porque los hackers han sabido aprovechar la simbiosis existente entre la popularidad de WhatsApp y el desconocimiento de parte de sus usuarios para lanzar ganchos como los famosos vales de descuento de Zara, Mercadona o Ikea e instalar, así, malware en los móviles de sus víctimas o suscribirles a servicios de tarificación adicional.

Ojalá fuera tan fácil conseguir vales de 150 euros para gastar en Mercadona…
Lo curioso es que la mayor parte de estos mensajes en cadena tienen en común sus continuas faltas de ortografía o la manía de escribir todo el texto en mayúsculas (se ve que gritando el contenido va a pasar de falso a verdadero). ¿Por qué no se crea la RAE un perfil e imita esta tendencia a modo pedagógico?
Las madres, ese target tan ‘jugoso’
El smartphone y sus prestaciones han abierto un mundo de posibilidades a las generaciones más veteranas, de las que las madres, a las que tanto queremos, forman parte.
WhatsApp se ha convertido en una herramienta indispensable también para ellas, y la Red ha sabido viralizar una serie de capturas de pantalla en la que se evidencian algunos problemas diarios en la turbulenta relación de las madres con la aplicación de mensajería.
Son ellas, precisamente, las que hacen honor a aquello del ‘por si acaso’ a la hora de enviar estos mensajes en cadena y rara es la vez en la que una madre recibe uno de dichos mensajes y decide no compartirlo en el grupo familiar.
¡Más vale prevenir que curar!
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