Los móviles han doblado el tiempo de las comidas en los restaurantes
Los smartphones, en el punto de mira de los camareros
Distracciones, fotos a los platos… La adicción al teléfono no entiende de estar a la mesa.

¿Llegará el día en que se prohíba usar el smartphone en un restaurante?
11/08/2014.- Ni en la mesa nos libramos de la adicción al teléfono móvil. Si ya hay algunos restaurantes que prohiben la entrada a niños para ofrecer ambientes más tranquilos, no nos extrañaría que, en breve, comenzara a popularizarse la alternativa de obligar a los clientes a dejar los smartphones en la entrada.
Porque un reciente estudio ha puesto de manifiesto un auténtico quebradero de cabeza para los camareros: los móviles han doblado el tiempo de duración de las comidas; ralentizando desde la elección del plato hasta el momento de abonar la cuenta.
Según un documento colgado (y ya eliminado) en Craiglist, el tiempo de una comida en un restaurante había pasado de los 65 a los 115 minutos de media. ¿Lentitud de la gente a la hora de comer? ¿Indecisión al mirar la carta? Nada de eso: distracciones por estar más pendientes de la pantalla del smartphone que de lo que ocurre alrededor.
La publicación detalla que la prueba, realizada en un restaurante de Manhattan, mostró que 26 de 45 clientes pasaba cerca de 3 minutos fotografiando la comida. En esta línea, 27 de 45 comensales pedían al camarero que les hiciera una foto en grupo, lo que añadía algunos minutos más al total de tiempo perdido.
Puede que las cifras recogidas por el estudio sean un tanto abultadas, pero otros medios norteamericanos han querido comprobar qué hay de cierto en estas afirmaciones.
Un obstáculo real
La emisora NPR entrevistó a algunos encargados de restaurantes en Estados Unidos, y sus respuestas evidencian, una vez más, que la adicción al smartphone es una realidad cada vez más extendida y molesta.
«Cerca de siete de diez personas juega o utiliza sus teléfonos mientras están en sus comidas. Las personas pasan un tiempo exagerado en sus móviles y eso retrasa las cosas», explica la gerente de Hogs and Rocks.
Y no sólo es eso. «Todo toma un par de minutos más, desde ayudar a los clientes con las contraseñas del Wi-Fi o a tomar sus fotos«, añade un consultor de restaurantes.
Por otra parte, las situaciones absurdas están a la orden del día: «Hace unos días hubo una cliente que se sentó a hacer algo con su móvil mientras su cóctel se calentaba. Después que estuvo así cerca de 20 minutos, pidió que le dieran otra bebida gratis porque esa estaba caliente».
No todo es negativo
¿Casos aislados? ¿Diferencias culturales? Es complicado decir si en España veremos situaciones similares, aunque todos tenemos algún amigo en el grupo que durante una comida no suelta el móvil.
Desde el punto de vista de los restaurantes, no todo son contras. Las nuevas tecnologías ofrecen una serie de ventajas innegables que deben ser aprovechadas por estos negocios.
Como bien explica un encargado al portal Slate, «esas fotos van a las redes sociales, algunas de forma instantánea a Instagram y Facebook, y eso nos sitúa en el mapa».
El debate está servido.