Lo primero que llama la atención de Simyo en Bélgica es que allí el color corporativo no es el naranja al que estamos acostumbrados. Los belgas tienen a simyo como la compañía roja.
Allí la compañía mantiene su sencillez con una sola tarifa, en prepago.
Curiosamente, las llamadas más baratas son a teléfonos fijos (5 céntimos minuto), mientras que llamar a otros móviles simyo cuesta 15 céntimos minuto y a móviles de otras compañías, 20 céntimos.
La facturación es por segundos, pero el primer minuto se cobra completo.
Eso sí, los belgas no pagan establecimiento de llamada, por lo que sus precios son bastante mejores de lo que aparentan.
Además, en cada recarga realizada se consiguen minutos gratis. Por ejemplo, al recargar entre 10 y 20 euros se obtienen 30 minutos gratis para llamar a otros simyo y por cada euro recargado a partir de 30, 3 minutos más.
En Bélgica, simyo tampoco subvenciona móviles, pero de hecho ni siquiera los vende libres a través de su web.
La única opción es comprar una tarjeta con 10 euros de saldo por 10 euros.